Esferas
vacilantes las dos
conjuntivas
en su nomenclatura de ausencia
repertorio
inusual, esa larga indigencia muscular,
la
poblada sombría con cejas espectaculares.
El
recibo mensual, la corpórea masa nicotinal,
emprendiéndose
cual mensaje sobre la acuática botella
un
manantial de desprendimientos en lo alto del depósito.
Bella
fueron sus partituras, conglomerados de altas
especies
iniciales, ese fecundo resplandor de los seres
agónicos
y acumulativos; mierda, miseria de los seres, sí,
en
su decrépito soñar autista.
Mienten
las dos esferas circunferencias retóricas
recital
galáxico de contraventanas postigales
y
ese aire de aroma frío en las cavernas fosilizadas.
Dos
quiebras simultáneas, asumidamente,
como
fósiles en los laberintos del habla-.
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