Quise comenzar tu vida disfrutando de ti en cada momento, disfrutando de tu infancia y de tus logros, porque en lo más profundo de mi ser, siempre he sabido que te alejarías de mi, porque siento que nuestras almas no están conectadas.

¿Por qué me elegiste?, me pregunto una y otra vez.

¿Por qué a mi?, ¿Quizás te dañé en otra vida y yo acepté en esta el pacto de amarte tanto , a pesar de no sentirme correspondida y tener que sufrir por tus experiencias, aún sabiendo que te perderé?;  o quizás,…, ya te he perdido; porque muchas veces no te entiendo, porque no se como guiarte, no se de que manera explicarte, no tengo respuestas para todas tus preguntas.

¡Perdóname!, porque a veces me canso y me distancio; porque no se si mi misión es guiarte o dejarte sola en tu camino y sufro con tus tropiezos y me duelen tus caídas y me destrozan tus fracasos y me quedo hecha pedazos con tu dolor. 

Porque nadie me dijo que me cocinara una buena dosis de paciencia; porque nadie me dijo que me cosiera una armadura alrededor de mi corazón; porque nadie me dijo que me vacunara contra el mal genio; porque nadie me dijo que me fabricara una actitud fuerte; porque nadie me dijo que me comprara sabiduría para entenderte.

Y aquí estoy, a pesar de estar rota por TUS…, y recomponiéndome por TI.

Porque con tus buenos momentos yo me alimento de paciencia; porque si me abrazas fortaleces mi corazón; porque tu alegría es mi medicina para el mal genio; porque si te veo fuerte, tu fuerza fortalece mi actitud; porque la sabiduría que no compré, la recibo día a día viendo crecer.

Gracias hija.

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