Eres lo que piensas..

Eres lo que piensas..

ESTEFANYA PARRA

02/08/2022

Y ella había pensado demasiado.

Como queriendo camuflar sentimientos, como tratando de buscar en otros el por qué de las cosas. Si se justificaba estaba perfecto. Una u otra copa de vino le habían convencido de que lo que hacía estaba bien.

Tomaba el mismo licor, como esperando a beber una copa más y escuchar de sus labios un «te amo».

Era algo complicada su situación, justamente por la bebida. Veía gente sobria llevando batallas internas más fuertes que las suyas. Necesitaba de alguien que le dijera, ¡deja de exagerar!. No era nada complicado, pero parecía  que dos tequilas le hacían olvidar incluso quien era y revivía las ilusiones que enterraba cuando se echaba al sufrimiento opcional.

Soy el amor de tu vida, quería gritarle a su ex enamorado cuando tenía unas copas encima y apenas era media noche. Pero en la mañana se olvidaba lo que quería hacer, solo era cuestión de amanecer y replantearse su vida.

El amanecer no solo trae consigo sol, lluvia o un montón de nubes. De hecho, parece que mientras más van pasando los minutos en el reloj, el panorama se aclara y hace notar que no necesita lo que piensa porque es solamente tu cerebro jugando a ganar. Convenciéndote de que necesitas volver con quien dijo Adiós.

Las 03:00 am, era la hora establecida para ese amor insuperable porque él se tomaba hasta el agua del jarrón del bar y la llamaba a decir que la amaba. Al siguiente día, a la misma hora, estaba como una idiota esperando a que de sobrio dijese lo mismo, y no, nunca pasaba eso.

Soy el amor de tu vida, terminaba diciendo antes de colgar la llamada. Parecía que de borrachos se amaban, pero de sobrios se odiaban. Y así pasaron las mañanas, y amanecía uno y otro día más. Esperaba rosas de su parte y él, un te amo de la tuya. Quizás a las 03:00 am debían esperar a que amaneciera.

Pensaba constantemente que volvería a tener esa relación que parecía cuento de hadas. Se olvidó que en esta realidad se es lo que se piensa y no aquello que se ve en caricaturas. Se negaba a entender que un borracho dice la verdad, pero solo un sobrio toma acción sobre su vida. Y este último es el único que va por lo que quiere construir o por quien quiere conservar en su vida.

Eran los amores de la vida de cada uno, aunque haya sido mentira. Pues como un producto, caducaron. No tenían malos ingredientes, simplemente su contenido había cambiado y ya no tenían nada en común. Es tan simple que no tiene explicación. 

Es que cuando se volvieron a mirar, paso una eternidad en cuestión de segundos. No fue suerte el haber cruzado sus caminos, entre tantas personas en el mundo, el destino hizo de su tiempo de adolescentes una bella casualidad. Como haciéndoles notar que fue la excusa perfecta para aprender lo que aún tenían pendiente.

Y sí, sírvanle otra copa de licor, porque mañana en la mañana se olvidara de que lo amaba. Y al fin de cuentas será este quien mantendrá la salud de su corazón y alargara su vida.

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