Amistad distante dulce como piña.

Domingo 25 de febrero era la fecha
10:27 marcaba el reloj
un comentario en una publicación hecha por ella
desenvolvió en cadena una primera conversación

La cuestión era la siguiente
¿sería una conversación fugaz?
¿lo que platicábamos resultaría eficaz?
Y así en un breve pestañear ser ¿personas consecuentes?

Una semana ha pasado desde ese domingo
mañana, tarde y noche platico con ella y sonrió
música y anécdotas, comparte tanto conmigo
sinceramente no sé si el tiempo sea aliado o enemigo

¿confía en mi como yo en ella?
hemos compartido unos escritos
“quizá no sea para tanto” piense ella
sin saber que le di la mayor importancia yo lo admito

No seré un amigo más del montón
y sé que a la lejanía no hay acción que valga
pero sí me lo permitiese marcaría con fervor
su mente conectada al corazón entre el don de mis palabras

Y ella sola se impulsa cuan artista
pues intenta ñacunda alzar en vuelo
no necesita de un falso amor baratija
y como ave a emprendido a un nuevo cielo

¿amor baratija?
maldición de mi pecho brota coraje reprimido
ahora leeran lo que con rabia
desde mis entrañas cito
hoy maldigo al maldito que se atrevió
a dejarle una herida en el pecho
ese pobre diablo no sabe el tipo de mujer que perdió
no sabe a quién tuvo y los sentimientos que desecho
ella no merece las estupideces de un cobarde
y a pesar de extrañarlo de que lo olvide me encargo yo
a kilómetros prometo que lo lograre
siendo su amigo
o tal vez no.

28 de diciembre del año 2016
el mensaje estaba y no conteste
hoy me doy cuenta que es muy divertida
tan dulce como piña, pero yo soy la acidez.

por: Luis Javier Garcia Luna