Yo Mariposa, tú colibrí

Él está allí, la mariposa observa, su tan preciado colibrí

No encuentra el escape

la tela de araña no lo deja salir,

el ojo de poeta lo sostiene , sus alas heridas, tiene miedo de morir.

Allí está la mariposa, con su último respiro lo saca de allí,

el colibrí asombrado despierta

abre sus ojos se siente feliz

Cómo pudiste mariposa contra aquella oscuridad combatir?

La dulce mariposa responde 

colmada de luz, dejándose ir,

«Has descubierto mi alma desde el día en que te vi,

colibrí de las sombras, mi amado colibrí,

tus días no son mis días, mi último aliento fue para ti».

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