Te dedico la luna.

Te dedico la luna.

Andy Gandez

05/03/2022

La noche.

Sin duda el momento donde uno se encuentra mirando al techo y haciéndose mil preguntas al azar sobre cómo sobreviviremos al futuro, precisamente es ese momento donde tu ausencia comienza a pesar más en mi alma.

La noche, siempre me recuerda a ti con su vestido lleno de brillos, con su astucia pero también inocencia, que pasa meneando las caderas cual bailarina seduciendo a un pobre hombre en pena, si, la noche, abrazándome con su eterna oscuridad y susurrandome al oido que tu ya no estás conmigo.

Una noche más en vela, preguntándome qué harán tus manos y dónde estarán tus besos, a quién le susurras de nuevo, quién es el ganador de tu amor eterno, el ganador de tus labios y tus palabras de aliento, ¿quién es el ganador de una noche a tu lado? ¿quien por fin disfrutará de tus labios? ¿quién en todo este maldito mundo? y ¿por qué no soy yo la persona que merece estar en tus brazos?

Sigo esperando esa noche donde la luna me hablé, donde la luna me diga, me implore que deje de hablarle sobre tí porque no puede bajar y admirar la belleza de tal ser que me dejó sin aliento y se convirtió en mi fé, que por más que yo le pida que bajé y te diga que te quiero, que te extraño que me muero por besar tu frente y tus labios me dice que no puede, que las cadenas del espacio son grandes, que ella es muda, que no la vas a escuchar aunque te grite durante un milenio.

Pero puedo dedicarte una luna más, puedo dedicarte las lunas de todas las noches, puedo dedicarte un millón si es necesario, porque la luna es como tú, hermosa y brillante, grande e imponente, imperfecta pero preciosa.

Y pecando de inocente me encuentro atrapada, esperando a que cada una de estas palabras te recuerde a mí, que llegues a ver, a leer y a escuchar mi voz diciéndote desde lejos, que extraño tu presencia y tu calor, que las noches me abrazan tratando de consolarme, de calmarme, de calentar ese espacio vacío, que la noche ingenua me congela hasta la médula, pero me arrulla, me hace cerrar los ojos, me promete que Morfeo con sus poderes, con su don, me hará volver a ver a través de un cristal tus ojos cafés, que mis manos podrán tocar tu cabello una vez más, que mis oídos escucharán tu voz y mis manos podrán tocar por lo menos durante cinco segundos aquel lunar que corona tus labios y que tanto disfrutaba besar.

Te dedico la luna una noche más, por si acaso, por si todos los 11:11 no han funcionado, por si alguna vez la miras y en algún sueño loco y cálido aparezco yo besando tus labios.

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