Engendramos codicia,

aplaudimos vivezas,

construimos engaños.

Competir con el otro,

marchitar al amigo,

desear el tesoro.

Dinero, plata,

oro, el veneno

que cambió nuestro sendero.

Ahora asustados por el tiempo,

hemos gastado hasta el aliento,

sin un verdadero momento.

Ante nuestros ojos el fin,

ante nuestras manos la acción,

ante nuestros pies la basura.

Ante nuestros deseos la decadencia,

ante nuestros sentidos los de ninguno,

ante tus risas, el clamor del tierno.

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