Es diciembre y las hojas secas también se caen…

Los recuerdos se filtran como pequeños resquicios a través de la ventana. La máquina del tiempo ha iniciado otra vez en mi cabeza, no puedo detenerla. 

Apareces otra vez tu en la pantalla, justo enfrente de mí, serio, nervioso y confundido, quizá te esfuerzas por sonreir pero tampoco yo lo he notado. Quiero tratar de entenderte pero no lo logro. Quiero regresar el tiempo, quiero encontrarte, pero ya es tarde por qué los corazones se rompen  fácilmente y las palabras que no dijimos se congelan para siempre. El instante se pierde y tú corazón se muere.

Otra vez es viernes y la máquina del tiempo no para. 

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