Siempre me ha gustado adentrarme en lo más profundo de mi mente, es decir, como en un bosque, donde sólo estoy yo con mis pensamientos, a salvo de todas las cosas externas, cubierto por la maleza y las hojas de los árboles, cientos de hojas que provocan una sombra en mi. Tal vez sean las sombras de mis miedos o las sombras de mis ilusiones, no lo sé. De lo único que puedo estar seguro, es que continuamente me estoy enfrentando a ellas: sombras que acechan en la oscuridad. Y con mayor frecuencia lucho contra mi, deseando por un instante ser otra persona, dejar sólo por un momento escapar todo esto que encierra mi mente, todo esto que soy, o deseando ser algo más, por un segundo, escapar al mundo, al exterior. Pero esto no sucede, no es así. Siempre he dicho que mis sentimiento tienden a refugiarse en los mas recóndito de mi ser, temen salir a la luz, como monstruos debajo de la cama, como seres misteriosos que se esconden debajo de un puente ó como las criaturas en mi armario que por ser extremadamente extrañas temen al contacto directo con otras personas y se refugian en lo más recóndito de mi ser, soy totalmente una rareza. Bienvenido a mi mente.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS