Cayó la tierra, el infierno se acercó a mí.

Las tinieblas rodearon el cosmos.

Y la Naturaleza se perdió.

Los grandes reyes cayeron.

Los sentimientos se perdieron por la noche

y me convertí en un robot inanimado.

El destino me llenó de inquietud,

y dudé de mi personalidad.

Oí la Voz, pero no hice caso.

Vi caerme hacia la nada.

Oí las carcajadas de Belcebú, y me olvidé de mi cuerpo.

Andaba errante por el Paraíso, 

pero no encontré a mi Eva.

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