En está ciudad

En está ciudad, de sus jardines marchitos, de su extensa lengua disecada. Sembrare la sombra de unas rosas frescas. Para que el  amor llegué a mi casa. Y no se pierda el color de mis manos y la mirada de mi alma. Hoy, como en tantos días, quiero enterrar un beso en tus lágrimas. Para dejar una pequeña huella en está vida que se nos escapa. 

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