Querida yo:

Querida yo:

decimelale

15/01/2022

Querida yo:

Para vos, la yo del futuro que necesite consuelo en alguna noche tormentosa de esas que no me dejan conciliar el sueño, para esa yo que pierda el camino que sólo hoy, en medio de la tristeza, puedo ver, para vos, la yo del futuro que quiera dejar de luchar contra viento y marea para conseguir sus sueños… Para vos, mi yo del futuro, te escribo esta carta un 3 de enero del 2022.

No empezamos el año como queríamos y espero que para cuando releas esta carta, aquello que hoy duele ya haya sanado. Realmente espero que la ansiedad con la que hoy cargas, se haya deshecho para cuando abras este archivo.

Hubiese querido escribir estas palabras desde la inocencia del año nuevo, con un cuaderno garabateado de buenos deseos, muchas pilas recargadas y la esperanza de una salud mental estable finalmente. Pero no, y te acaricio el alma desde donde estoy, para que sepas que aunque hoy el corazón nos arde como hacía mucho no pasaba, estoy segura que mañana vamos a estar mucho mejor.

Te escribo porque no quiero que vuelvas a sentirte sola. Porque quiero que recuerdes que no lo estás, que además de todo lo que voy a recordarte a continuación, quiero que no te olvides que estoy yo acá para abrazarte. Que te tatues en la frente y en el corazón, todo lo que nos costó llegar a querernos de tal forma que hoy, en medio de esta sensación de desasosiego, incluso hoy, pueda ver que no todo lo que cargas es tu culpa.

No estás sola y no lo vas a estar. Y ese miedo atroz que tenés en el pecho de perder todo lo que construimos, si bien es válido, no te va a llevar a nada. Porque no te olvides que aquello que levantamos durante el 2021 fue fruto de tu esfuerzo y no se va a ir con una separación, un bloqueo o una noche en un sillón. Aquello por lo que trabajaste no se va a desmoronar, va a mutar. ¿Lo sabes? Mira atrás y cuestionate dónde estabas y donde estás hoy.

Y sino mirá, desde donde te escribo y desde donde escribía la última vez que decidí sacar afuera lo que sentíamos.

Una separación no es ideal, es la ruptura de un vínculo que sostuviste con uñas y dientes con tal de seguir ayudando a quien hoy no quiere estar con vos. Si bien, para cuando leas esto es probable que sigan juntos, no quiero que olvides este día. No por rencor, no por orgullo. Sino con la inteligencia de alguien que debe entender que las diferencias irreconciliables son más que la justificación de un divorcio.

Quiero que recuerdes también que en esa lista de chats que tenes acumulada en el celular, hay dos o tres personas (quizás más) que mueren por vos. Que si lo pidieran, serían tus lazarillos, tus guías, tus pañuelos, tus risas, tu llanto. Que NO estás sola y que SÍ tenés amigos. Que no son la idealización que creaste para alejarlos, pero son como vos: personas. Rotas, cosidas, perfectamente imperfectas. Disponibles para vos. Así como vos juraste estar para ellos, ellos están. Aunque, cuando llores desconsoladamente a las 3 am, creas ignorantemente que no hay nadie a quién llamar. Sé que cuesta, pero no las abandones, no las pierdas. Porque ese, mi lady (como dice Noe) sería el peor error que podrías cometer.

A vos, mi querida yo del futuro, quiero decirte que no te rindas. Quiero que salgas de este pozo en el que te acabas de tirar a dos días del nuevo año, aunque lo hayas comenzado con algo tan fuerte como hablar con tu hermano mayor de algo que te duele y nadie más de tu familia sabía. Que quizás para él haya sido solo una simple charla de borrachos, pero para vos fueron lágrimas reales de poder escupir por fin ese nudo que te ató al silencio durante tantos años.

A vos, te quiero decir:

No te rindas, no bajes los brazos nunca.

Permitite caer, llorar, hundir las manos en el barro.

Pero siempre SIEMPRE, levantate.

No vuelvas a mirar el pasado con tristeza.

Aprendé a abrazar los recuerdos con orgullo.

Todo lo que perdiste está acá, en lo que sos.

No llores con más tristeza a los abuelos

Pensalos desde el amor y la paz que ellos sienten ahora

Perdoná sinceramente el daño

Olvidá, deja ir lo que no suma

Incluso si son pensamientos pesados que te ocupan la cabeza

Liberate de los prejuicios

No sabés la mina de oro que te podés encontrar

Basta de compararte con cuerpos ajenos

Basta de opinar de lo que no sabes

Hace real eso que militas

Abrazate a TÚ bandera, no a la de alguien más

Vívi cada día aprovechando el tiempo

No vuelvas a dejar que se escape.

Escribí

Dibujá

Pintá

Cantá

Aprendé el idioma que querés

No te avergüences por tus gustos nunca más

Pintate el cabello de verde

De rosa, de negro, de morado

Vivi tu vida como vos querés que sea

No vuelvas a dejar que nadie te diga qué hacer

Hace ejercicio

Hablá con el de al lado

Divertite bailando

Tomá ese vaso con quien quieras

Seguí firme cuando NO

Dejá claro que NO, es NO

Pateá esa pelota aunque no sea un gol

Tirate a la pileta aunque no haya agua

Y confía, confía mucho en vos.

Esforzate mucho, querida yo.

Que esas 4 materias no se van a meter solas.

Y que esa tesis no va a nacer si nunca la empezas.

Querida yo…escribí esa lista de objetivos que tenés para este año. Plasma en el papel todo lo que querés lograr y cumplilo. Yo confío en vos y realmente espero, que cuando lleguen las 12 del 1 de enero del 2023, puedas tildar todo lo que anotaste con una sonrisa en el corazón.

Para vos, mi querida yo del futuro. No dejes esta carta a oscuras y empezá de nuevo. Que aunque hoy, te sientas tan triste que crees que todo va a salir mal, quiero que sepas que el mundo está abierto para vos y no lo tenés que desaprovechar nunca más.

Etiquetas: carta

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