Encontre el amor en la avenida de siempre, nunca pensé que era el destino de esté poeta, encontrar flores bellas en la ciudad  vacía. Como uno se encuentra un milagro en la vispera de siempre. Nunca creí  que la verdad marchitara, como cualquier flor que en el viento duerme para ya no continuar. No me puedo explicar porque las cosas buenas de la vida el tiempo las acaricias. Que rostro más bello es aquel que Dios toma para hacerlo cenizas. 

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