Alguna vez, despoje de mi alma todos los miedos que habitaban en mí.
Conté mis peores pesadillas,
Lloré mis más profundas tristezas.
Alguna vez…
Le confié a alguien mis mayores defectos,
Los más penosos recuerdos, mis carencias, mis debilidades…
Alguna vez, puse en palabras todo aquello que me lastimaba y saqué a la luz todas mis verdades.

Pero muchas veces, desde nuestra ingenuidad no podemos ver que cuando uno despoja su alma, cada palabra dicha se vuelve una bala.
Una bala que alimenta la envidia de quien dice ser tu amigo, el ego de quien crees que está contigo..

Alguna vez despoje mi alma en busca de paz..
Pero creyendo que la ocultarían de mí, utilizaron cada unas de mis palabras cómo un proyectil, que abrió mi herida, que dolió aún más.

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