Un café para sanar, 

un ratito. 

Olor a casa, sensación de calor y compañía. 

Aunque otras veces,

un café para reflexionar,

distinto,

con olor a soledad, paz y páginas de un libro. 

¿Será que es el del café

el olor que elegí,

aquel día,

para entender mis emociones? 

Antes de irme le di un sorbo.

Olí angustia, 

dame otra taza. 

Un café para partir. 

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