Labios impregnados.

¿ Alguna ocasión has besado unos suaves labios impregnados de soledad?

¿Has sentido el danzar de la lengua sedienta de anhelos, de sueños y esperanzas?

¿ La has tomado por la cintura y tus dedos han rogado por que no la soltarás?

Si no lo has hecho, entonces del amor no sabes nada, porque prometer la luna no es lo mismo que incendiar infiernos, domesticar demonios no es igual a asesinarlos.

Hay labios que simplemente no saben a nada, lenguas inmóviles, dientes que no muerden, saliva que no quema, manos que no se aferran, dedos que no recuerdan.

R.Y. Ayala M.

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