Se suaviza con el sonido de la lluvia, los pensamientos inherentes hacen aleación con los juegos de mirada, la velocidad y el sentir se convierte en algo inconcebible. Así lo recuerdo… 

Esta vez es usted quien me inspira en esta tarde lluviosa, donde el ocio cabe en la jornada y la música no hace falta para sentir, porque su recuerdo es suspirado por mí. De haber sabido que esa noche era la última yo me hubiera arriesgado a más cosas… 

La abulia se desvanece con el sonido de la lluvia, vuelvo al estado conforme y me atribuyo el final. Después de todo, esto debía pasar ¿No? 

No era tan fuerte lo que había, nos dejamos ir tan fácil… 

En este momento me pregunto por usted y no sé si usted me recuerda a mí, he pensado en buscarle en varias ocasiones pero pienso que quizás usted ya habrá encontrado a alguien.

Pero llego al punto que ya conoce, sale de mí porque debe ser así… Fue efímero, fue hermoso, fue agradable, fue en el momento que era y así tuvimos que seguir. 

No sé si lea esto algún día, pero sabrá que es sobre usted… Solo quiero mencionar que un día como hoy; un día como los que nos gusta… usted ha sobresalido y le busco en cada lugar que observo, esos  lugares que nos llevan a casa. 

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