Tengo
un alma vieja y cansada,
que
intenta refrescarse con gotas
de
rocío y turbulencias de madrugada.
Cuando
todo nace, y el mundo,
es
un tizón ardiente en todo,
mi
alma, viajera e insomne,
está
lejos de ese mundo y de ese universo,
no
por kilómetros de distancia,
sino
por ese anverso y reverso
que
la mantiene atada al silencio.
Tengo
un alma ofendida y maltratada,
que
no tiene piedad alguna consigo misma.
Y
es una pluma mecida, por un viento
indiferente
y extraño-.
©
OPINIONES Y COMENTARIOS