Se han elevado en el aire,

mil temores diferentes.

Unos van con esa gasa grisácea en el cuello,

y los otros, reptando como serpientes.


Se acercan a mi lado de nuevo,

las mañanas de seda ligera,

el sereno brillar de tu frente,

y tu sonrisa que quedó grabada en mi mente.


Y en tu mirada serena,

se haya el cariño escondido,

cansado de haber extraviado el camino,

y que estés tú aún, cómo dormido.


Miedos y amores alados,

brazos qué abrazan de veras.

Tus besos de tierna granada en mi boca,

y yo flotando como una bandera.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS