Las nubes más seductoras las he visto hoy, el mar me mostró un poco de furia, el faro se puso nostálgico y la casa rodante aclamaba ser nuestro hogar.
Estoy lejos de ti, lejos como el viento en un vaivén.
Tu hora y la mía es distinta, quiero acurrucarme sobre ti no hoy ni mañana, siempre.
A veces no quiero decir nada,
a veces me voy de licencia,
a veces solo escucho y callo, pero estoy.
Aunque nuestro cielo sea otro,
y tu amanecer sea antes que el mío,
que en tu mesa sobre un mantel y falte un lugar.
y cuando ruedes sobre la madrugada caigas al vacío, yo estoy.
En el viento que atraviesa mi rostro,
en cada sonido vibrante del mar,
cuando la luna me ve fijamente, ahí, estás tú.
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