Crónica de un Argentino en Argentina (Cap.1)

Crónica de un Argentino en Argentina (Cap.1)

Leo Paiva

06/09/2021

CAPITULO 1:

Hola de nuevo….no pude esperar a recibir ese único aplauso.Creo que me mató la ansiedad por tener tantas horas por delante y darme cuenta que mi único pasatiempo era ver mi tercer película en Netflix.Así que me dije que con tantas ideas dandome vueltas por la cabeza,porque no empezar a desandar mis crónicas vivenciales en éste país,mi país.

EL INICIO

Tengo 58 años.Soy un argentino viviendo en Argentina.Porque podría estar escribiendo estas crónicas sentado en la mesa de un bar de mala muerte en Madrid,Burdeos o Berlín.

Pero no.

Toda mi vida he vivido aquí.Prefiero decir que toda mi existencia estuvo aquí.Porque eso de «vivir» a éstas alturas es demasiado pretensioso y bonito.

Como dijo una vez el actor argentino Federico Luppi en una película llamada «Martin H»,la Argentina es una trampa.A uno le hacen creer que la solución está a la vuelta de la esquina y que las cosas mejorarán…que la crisis pasará y todos seremos un poco más felices y desarrollados.Y una y otra vez las promesas caen en un vacío oscuro y eterno.Como el cuento del burro y la zanahoria que tiene atada delante de sus narices.

Al principio comenzé diciendo que tengo 58 años.Detalle no menor.

He pasado por todos los gobiernos.Mi vida ha tenido un boleto de tren con estaciones muy coloridas donde el pueblo ha disfrutado de una economía fuerte y una pujanza sin igual.

Pero también estaciones donde el estancamiento social y económico al cual nos han llevado los políticos de turno no han hecho más que oscurecer corazones e historias por doquier.

Debo reconocer con cierta desazón,que las estaciones más coloridas se desarrollaron en mi niñez.Allá por los años 60 todo se estaba descubriendo.La tv era en blanco y negro y las únicas emisoras que se podían captar por aire eran las llamadas amplitud modulada.Aún hoy conviven con las fm(frecuencia modulada),pero recuerdo que aquello era de una exquisitez romántica comparable sólo con escuchar un disco de vinilo de Joan Manuel Serrat.El sólo hecho de girar el botón del dial en busca de una emisora,hacia que mi corazón latiera con más fuerza al escuchar una voz, o una melodía de moda.Hoy con sólo la voz se puede cambiar de un tema musical a otro.

O sea que en resumen, no había tantas distracciones para realizar.Al menos en mi vida.El país estaba gobernado por un tal Juan Perón-un general militar-al mando de la presidencia.Las crónicas de aquellos tiempos decían que Argentina era una potencia prometedora donde todo estaba por hacerse y la bonanza económica y social era palpable.Se exportaba carne y cuero hacia el mundo.Todos deseaban los productos argentinos y las inversiones extranjeras no tardaron en llegar.

Recuerdo que para mis abuelos,el general Perón representaba una deidad digna de la más alta admiración.Una mezcla de emperador romano y divinidad egipcia.El que osaba hablar mal de tipo,era vilipendeado,insultado y desterrado para siempre de la tierra prometida.Reconozco que, si mi abuela recibió su única máquina de coser fué gracias al general y a su esposa llamada Evita.

Las primeras viviendas sociales que se hicieron en Argentina se pudieron cristalizar gracias a la administración de su gobierno.Lo que jamás pudieron entender los que recibieron esos beneficios y otros más,era que el dinero que posibilitaba semejantes «regalos»no salía de los propios bolsillos del general sino de la clase más pudiente y de manera compulsiva y despótica.El general tenía hasta su himno propio.Dicho homenaje hecho religión habla de su grandeza,de su valor.Pero tambien cita entre sus estrofas, que entre sus consignas más ferreas, estuvo en «combatir el capital»….Ustedes saquen sus propias conclusiones.

La letra reza lo siguiente:

Los muchachos peronistas
Todos unidos triunfaremos
Y como siempre daremos
Y grito de corazón («viva Perón viva Perón»)

Por ese gran argentino
Que se supo conquistar
A la gran masa del pueblo
Combatiendo al capital

Perón, Perón, que grande sos
Mi general cuánto vales
Perón, Perón, gran conductor
Sos el primer trabajador

Con los principios sociales
Que Perón ha establecido
El pueblo entero, está unido
Y grita de corazón («viva Perón viva Perón»)

Él es gran argentino
Que trabajó sin cesar
Para que reine en el pueblo
El amor y la igualdad…Perón, Perón, que grande sos
Mi general, cuánto vales
Perón, Perón, gran conductor
Sos el primer trabajador

Imitemos el ejemplo
De ese varón argentino
Y siguiendo su camino
Gritemos de corazón («viva Perón, viva Perón»)

Porque la Argentina grande
Con que San Martín soñó
Es la realidad efectiva
Le debemos a Perón

Perón, Perón, que grande sos
Mi general cuánto vales
Perón, Perón, gran conductor
Sos el primer trabajador…

Idolatrado desde sus inicios de gobierno hasta su muerte, constituyó un pilar que aún hoy miles recuerdan y a la vez usufructuan.

Pero no todo en la vida de ese personaje fue claridad e inocencia.Tuvo sus pasajes claroscuros como casi todos los que llegan a detentar un poder extremo gobernando un país.

En ésta crónica no pretendo juzgar a aquellos personajes que hicieron historia.Solo relatar hechos y que cada uno saque a relucir sus propias conclusiones.

Pero Argentina es un espejismo.

Cuando uno va caminando por días enteros en el medio de un desierto y se queda sin agua es inevitable que se caiga en la deshidratación.De seguir el derrotero y no encontrar siquiera una gota de agua pronto se pasará a la alucinación.Caminaremos un par de pasos más y de pronto nos encontraremos corriendo más rápido porque vimos un hermoso oasis.Vemos agua.Hermosos y frescos ríos de agua fresca y transparente…pero sólo es una alucinación…un espejismo…

Etiquetas: argentina crónica

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