Vademécum literario, ¿cómo comentar los textos?

Vademécum literario, ¿cómo comentar los textos?

Vademécum literario, ¿cómo comentar los textos?

Taller de escritura creativa

El ideal de un taller de escritura creativa es aprender y mejorar nuestra propia escritura. Mientras vamos realizando el recorrido por los diferentes géneros literarios, conociendo autores clásicos y contemporáneos, leyendo sus obras y aprendiendo las diversas técnicas utilizadas, al igual que, el uso eficiente de los múltiples recursos literarios. Es importante trabajar en la producción de nuestros propios textos, los cuales una vez entregados al coordinador para su socialización, entran a una fase de análisis y requieren de los comentarios de los compañeros del taller.

Esta etapa de leernos solidariamente, de forma minuciosa y constructiva es vital para el proceso de aprendizaje, por tanto, me parece necesario considerar algunos aspectos que podrían servir como una caja de herramientas al momento de hacer análisis eficientes de los textos propios o de nuestros compañeros del taller de escritura.

Primera lectura:

Aunque parezca obvio, para comentar un texto lo primero que se requiere es leerlo. Se recomienda inicialmente una lectura normal, rápida, como simples lectores. Este primer acercamiento es una lectura más intuitiva que analítica, necesitamos entrar a la historia que se nos cuenta y entenderla.

Segunda lectura:

Para una segunda lectura haremos uso del lápiz y la libreta, para consignar nuestras notas de lectura, registremos todo lo que consideremos relevante: vocabulario desconocido, frases de los personajes, acontecimientos especiales en la narración que puedan servir como puntos de inflexión para para la historia, etc. Si se requiere una nueva lectura, ésta no tiene que ser completa, podemos volver sobre fragmentos específicos del texto, resaltando aquellos en los cuales queremos hacer foco al realizar nuestros comentarios.

Primer aspecto a analizar del texto:

La primera consideración es, detenernos a pensar en la forma del texto. Como lectores un texto nos puede resultar atractivo o no, vamos a pensar un poco en el porqué.

Observemos en detalle la técnica utilizada en el relato: una forma interesante y que, para mí funciona muy bien, es la de hacerle preguntas el texto, ¿fluye el texto? ¿Tiene ritmo? ¿Cuál es el tono utilizado? ¿Cómo suena el relato? ¿Qué tipo de lenguaje se usa? ¿Se usan diálogos, éstos son de alto impacto, son naturales? ¿Hay descripciones, son excesivas o necesarias?

Recomiendo en esta primera fase del análisis una lectura en voz alta, ayuda mucho para detectar las anomalías en el texto: cacofonías, repetición excesiva de las mismas palabras, párrafos monótonos, repetición de la estructura en las frases, ¿los personajes hablan con su propia voz? ¿Hay ambigüedad en algunos pasajes? Si se usan figuras literarias, ¿son tópicas o sirven de apoyo al desarrollo y crecimiento de la historia?

Para cerrar esta primera parte del análisis, resalta lo que a tu modo de ver está bien escrito y deja una nota de lectura constructiva sobre lo que consideras que se puede mejorar.

Segundo tema a analizar en el texto:

Aquí vamos a detenernos en el contenido del texto: valora la historia y lo que se cuenta, ¿lo has entendido? ¿Qué has sentido? ¿Te ha aportado algo valioso? ¿Es buena la trama? ¿Hay evolución en los personajes, sus reacciones están bien caracterizadas, es adecuada su participación en la historia? ¿Son los personajes planos o redondos? ¿Hay verosimilitud en lo narrado? ¿Hay una marcada oposición entre los personajes? ¿Hay una correcta precisión del espacio físico? ¿El texto tiene relación con otras artes? Su final, ¿es epifánico, abierto o paradójico?

Tercera consideración en el análisis de textos:

A esta altura del análisis ya estás en condiciones de introducir tus comentarios personales, tus apuntes de lectura, tus sugerencias. Puede suceder que te llame la atención la historia, pero la prefieras en otro tono (dramático, humorístico, irónico, etc.) puedes insinuar un cambio en el punto de vista del narrador, proponer otro final. Como hablamos de un comentario libre y personal, sería genial poder compartir con tu compañero la emoción que produjo en ti, su texto. Contar algo que relacionaste al leer su historia, una anécdota, un libro, una persona, etc.

Para tener en cuenta:
al momento de comentar los textos de tus compañeros de taller, ten en cuenta la empatía, lo que comentas lo ha escrito otra persona que al igual que tú, intenta dar lo mejor de sí y tus análisis y comentarios, lo mismo que los que recibes de tus textos irán fortaleciendo el proceso y cada vez te será más fácil analizar y escribir.

ABC de la escritura:

  • Mostrar / Contar. Dijo Chejov: «No me digas que la luna brilla, muéstrame el brillo de la luz sobre cristales roto». Parece sencillo, pero no lo es tanto. ¿Cómo sabemos cuándo un texto nos está contando en lugar de mostrando?
  • En Aniuta, Chejov no menciona en ningún momento la tristeza de nuestro personaje, pero nos describe la escena de tal forma, que suscita en nosotros gran melancolía. Chejov más que contarnos la vida de Aniuta, nos la sugiere. Utilizando como marca de la casa, su estilo simple, nos configura una mirada entre irónica y melancólica del ser humano y su fragilidad, su oquedad y profunda estupidez. Le escribió Chejov a Aleksandr Chéjov, el 10 de mayo de 1886 «También en el campo de la psique se requieren detalles. Dios te guarde de los lugares comunes. Lo mejor de todo es no describir el estado de ánimo de los personajes; hay que tratar de que se desprenda de sus propias acciones…»
  • Síntesis:
    la sobriedad, la brevedad y la capacidad de decir mucho con poco es una cualidad a resaltar en un escritor. Conviene preguntarse si la información consignada en el texto es necesaria para la trama o para el desarrollo de la historia ¿aportan las descripciones o entorpecen el ritmo del relato?
  • Escribe Chejov a Maksim Gorki, el 3 de septiembre de 1899 «Un consejo más: al corregir las pruebas, suprima, cuando sea posible, los atributos y los adverbios. Pone usted tantos atributos que al lector le cuesta asimilarlos y se cansa. Cuando escribo: “El hombre se sentó sobre la hierba”, resulta comprensible, porque es claro y no retiene la atención. Por el contrario, resulta pesado para la cabeza y poco comprensible si escribo: “Un hombre alto, de pecho hundido, estatura mediana y barba pelirroja, se sentó sobre la hierba ya pisada por los paseantes; se sentó sin hacer ruido, tímidamente, mirando a su alrededor con temor». Ese pasaje tarda en entrar en la cabeza y la literatura debe entrar de golpe, en un instante».
  • Atmósfera:
    la ambientación es aquello que se respira en un relato y que se construye con diversos elementos, como pueden ser las descripciones, el uso de lenguaje apropiado, el tono empleado, etc. Recrear una atmósfera es elegir de forma coherente el espacio adecuado para la historia que estás contando.
  • Género, tono y lenguaje: Lo mismo que en la atmósfera, en el tono empleado, el lenguaje utilizado debe existir coherencia con aquello que se está narrando. El lector es susceptible a estas inconsistencias.
  • El ritmo y la construcción de las frases: Ya explicamos que frases similares en un relato afectan el ritmo del mismo y tornarlo monótono. La construcción de frases y su longitud es importante, se sugiere mezclar frases cortas con frases largas, revisar la sintaxis, que la lectura no sea pesada, que el relato tenga fluidez.
  • El ritmo y la acción:
    Además del empleo de frases y párrafo eficaces, el ritmo de un relato también se puede valorar a través de la acción. ¿Qué ocurre en la historia? ¿Hay cadencia o velocidad? Recuerda que los verbos aceleran la narración, las descripciones la lentifican, los diálogos imprimen ritmo, los recuerdos frenan. ¿Cuál es ritmo de tu relato? Depende de lo quieras transmitir y cómo lo vas a hacer, aquí también aplica la coherencia con la historia que se cuenta.
  • Sonoridad:
    La sonoridad de un texto se detecta fácilmente al leerlo en voz alta. Se produce la sensación en el oído de que las palabras fluyen o no. Seguramente, si cambiamos algunas palabras o su orden, notaremos que no funcionan del mismo modo. Son molestas las repeticiones de palabras (no intencionado), las cacofonías (sonidos que se repiten).
  • Punto de vista: La voz narrativa es uno de los pilares del relato. ¿Desde qué punto de vista se nos está contando la historia? La elección del narrador afecta todos los demás elementos utilizados al contar historias. ¿Está bien construido el narrador? ¿Emplea el leguaje adecuado a su nivel? ¿Hay otra posibilidad?
  • Diálogos: Estos deben ser verosímiles, dar información importante al lector, deben tener un propósito, ser útil y efectivo. No debe ser redundante o reiterativo. No puede ser indiferenciado (los personajes no hablan igual), los diálogos intrascendentes no dejan que la historia avance. Cuidar el diálogo demasiado literario (engolado, ampuloso), tampoco debe ser demasiado literal (usar la ironía, el sarcasmo, el humor, etc.)
  • Descripciones: ¿Aportan valor al texto, son necesarias? ¿Son tópicas o planas? Cuando describes a una persona, hablar de sus rasgos comunes con otras personas no sirve de mucho. Siempre es más interesante describir aquello que hace del personaje alguien único y diferenciable del resto. Aplica igual para describir los lugares.
  • Estructura:
    Todo relato se sostiene sobre una estructura, esta puede ser la forma clásica: inicio, nudo, desenlace o de forma más compleja, podemos hablar de estructuras circulares, de acciones paralelas, técnica de anticipación, contrapunto, desdoblamiento narrativo, contrastes y simetrías, etc. Lo valioso de este punto es que se debe tener pleno conocimiento de la estructura narrativa de tu relato, esto te permitirá controlar los tiempos de la historia y lograr alto impacto en tu lector.
  • Conflicto: ¿Hay conflicto en tu historia, hay historia? Chejov nos ha demostrado hasta la saciedad que los relatos no deben tener grandes luchas, ni fuertes enfrentamientos, ni siquiera drama, pero el conflicto debe existir a otro nivel, debe considerarse en otros aspectos, por ejemplo el psicológico.
  • Intriga:
    Es un punto a considerar si a tus relatos les falta sustancia y crees que pueden carecer de interés, puede tener una estructura errónea, un mal desarrollo o o un enfoque o punto de vista que se puede cambiar para que genere intriga.
  • Expectativas:
    Todo texto, por sencillo o breve que sea, genera una expectativa tanto en el autor, como en el lector. Pensemos en las mejores decisiones narrativas para que nuestro lector no se sienta decepcionado.
  • Personajes:
    En este punto, ya tenemos un vademécum literario que elaboré en días pasados para la creación de personajes, ¿están bien construidos y caracterizados nuestros personajes? ¿Es claro su rol en la historia? ¿Sus acciones son justificadas? ¿Tienen una voz propia? ¿El protagonista tiene una evolución moral? ¿Hay contradicciones entre sus pensamientos y acciones? ¿Tienen conflictos interiores o exteriores?
  • Otros aspectos:
    Entre otros temas a considerar, podemos mencionar la influencia de otros autores, la simbología empleada, los anacronismos, la buena o mala documentación de la historia, el diálogo del texto con otros textos (intertextualidad) o podríamos intentar una mirada especular del texto frente a textos de otras épocas y de otros autores (literatura comparada).

Un abrazo literario y… ¡feliz escritura!

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