“Cosquillas”

¿Quién no lloró de risa por culpa de las cosquillas? se preguntaba María mientras caminaba por la plaza de donde era vecina.

Las cosquillas nos hacen reír y también llorar, decía María mientras empezaba a recordar. La mamá de María le hacía cosquillas, como una caricia, cuando dormía.

Cuando María dormía, soñaba que volaba, porque reía y lloraba, gracias a las cosquillas que le hacía mamá.

Cosquillas aquí, cosquillas allá, tan suaves, tan calmas, como arena de mar.
Eran tan divertidas las cosquillas que le hacían a María, que no se quería despertar.

María soñaba todo el día, que estaba dormida, para sentir las caricias que le hacía mamá. Caricias, que eran cosquillas, que a María la hacían reír hasta llorar.

Hoy María sueña con el viento, porque la acaricia y le hace cosquillas como lo hacía mamá.

Como cuando era chiquita y reía, soñaba y volaba, lloraba y dormía, sentía y esperaba, que al despertar, mamá a su lado estuviera, para juntas jugar.