La mente del ser humano, ese universo de posibilidades atrapado en un órgano evolucionado por nuestra pequeña capacidad de percibir la realidad, pero de todo esto hay algo que la hace diferente a la de todo el reino animal pues el hecho de poseer una conciencia que es alimentada por el insaciable deseo de saber el “¿Por qué?” de las cosas, nos ha permito escalar a lo más alto de la cadena alimenticia. Como podemos ver, hay muchas razones por las que la mente es maravillosa, sin embargo, hoy quiero hablar del otro lado de la moneda pues hay una delgada línea entre lo maravilloso y lo espantoso.

¿Alguna vez has sentido que tener ansiedad es el castigo que mereces por ser tu mismo? Estoy seguro de que muchas personas entenderán este sentimiento por el que viven atormentadas desde hace años y es que solo basta con exigirte demasiado y sobrepasar tu límite para cuestionarte “¿Quién eres?” A simple vista parecería que esta pregunta se la ha hecho toda la humanidad y ojala fuera así de sencillo pero la realidad es que al momento de querer encontrar la respuesta a esta pregunta, nuevas interrogantes se abren, esa sensación de vacío que inunda la mente te consume a la larga y que hablar de la constante sensación de rechazo hacia ti mismo, si te sientes identificado o identificada con esto, estoy seguro que el sentimiento mas feo de esta situación no es ninguno de los que acabo de mencionar, estoy seguro que tu más grande miedo es el hecho de sentirte perdido en tu existencia y que a pesar de que te has exigido superarte, sigues dando vueltas en tu cabeza, un día pensé que nos autosaboteamos por la incertidumbre de saber que va a pasar en el futuro o porque le tenemos miedo a salir de la zona de confort y vaya que lo he hecho muchas veces con tal de satisfacer a las personas que me rodean, creo que ese es otro miedo mas que agregare a la larga lista de inseguridades, el no sentirse autentico.

La mente del ser humano, ese océano de dudas corrompido por inseguridades que definen nuestra conducta y nuestra forma de pensar, ese conjunto de ideas que te hace desconfiar incluso de ti mismo, ese conjunto de capacidades intelectuales que te obliga a autodestruirte, definitivamente hay que tenerse miedo a uno mismo porque sin duda alguna, la mente es espantosa.

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