Ayer – Hoy – Mañana

AYER
Una tarde soleada,
unos brazos fuertes,
una piel tostada,
una mente prodigiosa.

Un imperio infinito,
un dios que daba vida a las mañanas,
una fortaleza entre las montañas y el cielo,
una cultura por muchos envidiada,
un poderío limitado…

Eso y mucho más fuímos.
mucho más que la palabra inca en un libro de historia,
Mucho más que una historia cuyo final llego muy rápido,
mucho más que la raza dominante de América.
Fuímos … Mucho más de lo que creíamos ser.

HOY
Aún nos susurran los fantasmas,
del día en el que se nos quito el nombre inca,
y pasamos a ser esclavos.

Aún azotan nuestros rostros,
la tierna y a la vez amarga brisa,
de un pasado hermoso y lleno de gloria,
y que terminó por destruirse en un mar de escombros de ambición y riqueza.

Aún … Aún …Aún .
Aún seguimos arrastrando las cadenas, 
del intento ser y no pudo,
del pudo  y no fué,
del fuímos y ahora somos.

Seguimos soñamos con el ayer…
No podemos superar el pasado.

Entonces… ¿Como hemos de renacer entonces?
Han pasado ya 200 años,
y ahora nuestra batalla ya no es contra nuestros hermanos.

Los pecados de ese entonces ya han sido perdonados,
pero la llaga del sufrir sigue atormentándonos ,
limitándonos a recordar y a no soñar con el futuro…

¡Basta ya!
Que el bicentenario sea la luz de esperanza,
que tanto tiempo vamos buscando.

Que el bicentenario,
no sea solo el cumplir años,
si , no , el crecer como nación , como patria y como peruanos.

¡Basta ya!
Con este ambiente que nos agobia,
y que solo ha de traer destruccion y veneno al corazón.

¡Basta ya!
De corrupción y de malos eneros y diciembres.
¡Basta ya! ¡Basta ya! ¡Basta ya!
Basta ya de lo mismo….

MAÑANA
Como aquélla parihuana,
que seguramente ha de respirar libertad,
alzaremos el vuelo.

Como aquél majestuoso cóndor,
hemos de desafiar las alturas,
para surcar nuevos horizontes,
sin temerle a lo desconocido.

Pasaremos por las noches mas oscuras frias,
pero también estarán reservados para nosotros,
¡Oh nación que deseas crecimiento!
Los amaneceres del porvenir más hermoso.

Dejaremos de ser un ave roji-blanca,
dominada por el miedo,
y abriremos nuestras alas,
en busca de un mañana mejor.

Le diremos adiós a esos desperdicios con disfraz de tesoros,
como lo son la corrupcion y sucio dinero,
para acojer en abundancia valores y respeto,
amor y alegría,
humildad y moral.

Eso y mucho más ha de depararnos el mañana,
solo es necesario dejarnos de cegar,
por el odio y la envidia,
dejar de mirar atrás,
Y abrir nuestro corazón.
Hacia el futuro…