Vacía    

No hay cara, no es tu cara, no te reconoces al mirarte en un espejo.

No hay alma, no hay corazón, solo ése órgano vital qué te permite estar vivo, porque el otro se rompió hace ya mucho tiempo.

El alma está perdida, dividida en dos fracciones de una misma mente que está perturbada, asustada, doliente, enojada, carente de identidad.

En secreto guardando un baúl lleno de máscaras y disfraces, por todas las diferentes identidades que a inventado o imitado durante su vida para encajar en el mundo. 

Porque sin sus máscaras y disfraces no es nadie, está vacía.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS