TIEMPO: de cuando tienes ansiedad pero no lo sabes

TIEMPO: de cuando tienes ansiedad pero no lo sabes

paolaan

24/06/2021

Ir de aquí para allá. Dormir poco sin saber por qué, si tengo el tiempo necesario para hacerlo, simplemente botar el celular  y cerrar los ojos, me doy cuenta que no duermo porque volteo de un lado a otro y sé que estoy sumergida en pensamientos que me afligen.

Surge la preocupación, que si hay que conectarse a clase, ver las tareas próximas –no olvidarlas-, cruzar la ciudad para llegar a terapia, asistir a clase de defensa personal, conservar las amistades, preparar los alimentos, tomar tres litros de agua, pasar tiempo con la familia, por último, trabajar y soportar todo lo que conlleva hacerlo.

El problema no reside en las actividades de arriba. Lo he hallado en cuanto a soy consumida por ellas, en el intento de mantener el equilibrio en cada una, en el propósito de ser la mujer responsable y puntual que he arrastrado por veintiún años. Así es. Descubrí que no podemos ser buenos en todo. Lo intenté, pero fui parte de una mentira que busca perfección. Algunos dicen que estas cosas son normales, nos pasan a todos y sólo es cuestión de “saber” acomodar nuestros tiempos. Estoy de acuerdo, pues cada quien habla desde su privilegio. Mi inconsciente lo adoptó así, venga, es sólo algo pasajero, todo cambiará. Se volvió rutinario y fue ahí que desenmascare la mentira: ¡Estoy siendo víctima de ansiedad!

¿Qué? ¿Ansiedad? Claro.

Intento cubrir todas las actividades de la semana, si por alguna situación no lo hiciera en la hora programada, hay que buscar espacio, pero hay que cubrir la actividad, que todos vean lo multidisciplinaria que soy, la fuerza que poseo, mis tiempos convertidos en más de veinticuatro horas. Pero no, detente y visualiza tu salud emocional, entonces entendí que no necesito la aprobación de otros, ni modo, si no puedo complacerles dejaré que hablen y piensen, sin que eso me afecte.

Mi consciente ingirió la idea de que todos somos parte de ansiedad, sin saberlo, no siempre es mala, sólo si no se sabe controlar y eres consumida por ella. Saber controlarla y no ser controlada por ella. Si hoy no puedo, cancelar el compromiso y retomarlo cuando se pueda. Tomar lo que disfrutamos y soltar lo que hemos emprendido por obligación, por saciar a alguien más. Ser felices, descansar y relajarse.

  • “Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y, cuando digan “no”, que sea no.”

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