Un amor de locos

Hola, querida lectora o querido lector.

Espero que este teniendo un buen día. No me extenderé mucho para no hacerle perder tiempo. Esto que acaba de encontrar es el comienzo de «Un amor de Locos», una novela que en estos momentos se está escribiendo. Cada semana colocaré un trocito en www.clubdeescritura.com que es la historia de dos jovenes que se encuentran y en poco tiempo viven una historia de amor loco, lleno de aventuras nuevas. ¿Que es lo que busco o pretendo con este adelanto? Que lo lea. Y si le gusta, puede escribir un comentario sobre ¿que tal le pareció? y puede seguir la historia, como ya he dicho, cada semana escribiré unos capítulos mas. También le pido que si le parece bien lo comparta para saber si les gusta esa novela. No sé si tendrá éxito, no soy escritor, pero fue una idea romántica que tuve y no pude, ni quise frenarla. y quiero saber si valgo para esto. Y nada más, querida lectora, querido lector. Espero no defraudarle en las siguientes paginas y que, de una u otra manera, este proyecto llegue a su meta.
Muchísimas gracias por su respeto, amabilidad y especialmente pro su tiempo.
SINOPSIS

Tania, una joven a punto de cumplir los 22, se ha citado con Paulo, un chico de 18 años al que ha conocido en una reunión grupal del instituto. Esta nerviosa e ilusionada con su primera cita con aquel chico que conoce poco le gusta, pero hace poco acaba de salir de una relación de 5 años. Mientras Paulo es un joven estudiante y trabajador, atrevido y coqueto. Quedan un día para verse y conversar temas que no sean de estudios conocerse más, un día que marcara el inicio de una locura de amor. sin embargo, en el tiempo aparece Diego quien es su anterior pareja, que no dejará el camino fácil a Paulo y trata de reconquistar a Tania.

“Un amor de locos” es una novela fresca y juvenil que cuenta la historia de Tania, un adolescente de casi 22 años que se enamora de Paulo, un chico un poco menor que ella que conoció en el instituto. Sin embargo, cuando todo les va genial aparece Diego, quien es la anterior pareja de Tania, donde a ella la confunden sus emociones. Además, Tania no sabe que tiene un admirador y que está más cerca de lo que podría esperar… Todo un embrollo de amores y desamores de los que serán testigos sus amigos, que no se separan de Paulo.

Amor, desamor, encuentros, mentiras, amistad, música… Todo tiene cabida en esta romántica historia que sin duda te mantendrá sin pestañear hasta el final.

CAPITULO 1

Una tarde de sábado de octubre

Tania llega al encuentro de clase del instituto en el centro de la ciudad de Madrid, donde harán un recorrido grupal viendo los edificios para dibujar. Es la primera en llegar y de lejos ve a su profesor Rómulo. Poco a poco van llegando sus compañeros de clase. Entre ellos reconoce a, María, Diana, Raúl y Víctor, amigos con los que llevo clases anteriormente. Al ser nueva Tania pregunta a María:

Tania: ¿Sabes quién es del grupo 8?

María: Creo que esta Paulo en ese grupo. – Señalando a aquel chico alto y delgado. – ¡Paulo ven! Te presentaré a una amiga.

Tania lo mira es un poco alto de un metro ochenta por ahí, le parece simpático y amigable a primera vista. –Paulo voltea al llamado de su amiga María y camina hacia ellas.

“Qué guapa es… sonrisa delicada, de mirada profunda con sus ojos y pelo marrón, delgada y un poco baja ¡Basta! ¿En qué estás pensando, Paulo? ¿Sera que….? No, no lo cree”. Paulo prometió no enamorarse nunca más desde que le rompieron el corazón hace cuatro años atrás, pero su corazón se acelera ligeramente cuando se acerca cada vez más a las chicas.

– Paulo ella es Tania está en tu grupo de trabajo el profesor la agrego a ustedes, habla con ella para que se entere del trabajo de hoy, ¡me la cuidas! – María se aleja del lugar para ir con su grupo de trabajo

Paulo sonríe tímidamente frente a la chica, se intimida ante ella y no sabe porque o quizás si lo sabe, pero no lo quiero mostrar. Sienten como si el mundo se detuviera cuando se encontraron y se devoraban con la mirada.

-Tania ¿cierto?

-Sí, y tú eres Paulo, ¡encantada! – dice Tania mientras sonríe un poco tímida. – Dime ¿Qué tenemos que hacer hoy?, estoy un poco perdida, es la primera clase, porque la semana pasada llegue tarde y el profesor me puso en un grupo que faltaba integrantes. -Trata de explicar Tania para conocer más a su nuevo amigo, que en poco tiempo será un inicio de un amor puro y sincero.

-Sí. Responde de manera seca Paulo. –Tratando de ocultar lo nervioso que esta. -Tenemos que dibujar un edificio de aquí y exponerlo la semana que viene.

-Ya, entonces ¿Empezamos? -Pregunta Tania sonriente como es ella, feliz y social

-No, aún falta llegar los demás compañeros del grupo. Responde Paulo rápidamente.

Por un momento hay silencio, un silencio incómodo. Tania nota algo raro en aquel chico. Paulo se aleja un rato de su nueva amiga y va donde su grupo de amigos para conversar de futbol y deja sola a Tania.

Suspira, ahora que está sola se siente un poco rara, nerviosa, no sabe que sintió cuando se encontró con Paulo. Así que se reúne de nuevo con María. Mientras llegan los otros compañeros que están retrasados.

Tania se reincorpora al grupo de chicos que harán el trabajo del día y hacer el recorrido con los demás y así pasan las horas de la tarde noche de un sábado de octubre. Paulo no habla mucho con Tania piensa.

“Debe ser modelo, o algo similar, es demasiado hermosa como para fijarse en alguien como yo” se da cuenta de lo que está pasando, está nervioso y cree que Tania nunca se fijaría en un chico como el, lo que no se da cuenta es que Tania, muestra un poco de interés en Paulo a pesar de que no la trato muy bien en un inicio. Así que Paulo quiere ser amable, aquella chica le parece atractiva, pero también piensa que es un chulo, y quiere divertirse con ella como lo hizo con todas las chicas que estuvo en el instituto, incluso María.

-Tania espera.

-Paulo, dime.

Paulo no sabe de qué hablar con aquella chica, se siente nervioso otra vez, pero recuerda lo que pensó hace instantes. – ¿Eres modelo? – suelta de golpe.

A lo que Tania suelta una carcajada. – NO!!!!, como crees, ¿Por qué dices eso?

-Como te veo delgada, un poco alta, hermosa. Creí que eres modelo o algo por el estilo.

Tania sonríe tímidamente por lo que le dijo el chico. –Gracias, pero no soy ni modelo, anfitriona, ni nada.

-Pues deberías serlo, tienes todo para ser una gran modelo, tu sonrisa, sobre todo, tienes una linda sonrisa.

Aquellas palabras enrojecen a Tania, que baja la mirada.

-Gracias otra vez

Pasan las horas, el cielo se va oscureciendo y la nueva pareja de amigos se divirtieron con los demás del grupo. La clase ya acabó, los demás se despiden y se van a sus casas, o alguna fiesta de fin de semana por la noche. Paulo se acerca a Tania y se despide, pero antes de irse le pide su número con la excusa de coordinar el trabajo de la otra semana. Tania le dicta el número y Paulo lo apunta.

El día termina las clases también y Paulo se reencuentra con María con quien se regresará a casa, al vivir cerca decidieron compartir el metro. Pero primero irán cenar juntos, mueren de hambre, prácticamente no almorzaron. A Paulo aun le gusta María ella lo sabe, ya estuvieron un tiempo juntos, pero pararon y solo son amigos.

Paulo y María están regresando a casa, prefirieron compartir un taxi, ambos están cansados e ir en metro a hora punta los iba a cansar más con mucha gente ahí. En el trayecto Paulo mira a María, no deja de gustarla, le apetece besarla como antes con intensidad, como él está acostumbrado. Ambos coquetean y se besan en el trayecto un par de veces. Ella se duerme después de un rato en las piernas de Paulo, y este la contempla, y acaricia su pelo, pero no por mucho, ya llegan al punto de bajada. Y se despiden con un beso largo sin saber que será su última salida juntos.

CAPITULO 2

Unas horas después en dos sitios de la ciudad

Paulo acompaña a María hasta su casa para dejarla a buen recaudo, ambos no dicen nada con respecto a lo que paso en el taxi, fue lindo, pero no lo tenían planeado volver a hacerlo, prometieron no volver a besarse.

-Me gusta como duermes – suelta Mario sonriente

María abre los ojos ante las palabras de Mario, se siente cómoda con el feliz demasiado feliz.

– ¡Que dices!, Soy una fea- Miente.

-Yo no opino lo mismo, eres bellísima y más cuando duermes.

-Si tú lo dices, Gracias. Me gusto que me acaricies mientras dormía. Aunque pienso que eres un chulo, tienes tu lado tierno.

Mario ríe, para disimular aquellas palabras que lo dañaron en o más profundo de su corazón, no sabe lo que siente ¿está enamorado?, ¿una más?

-Me tengo que ir se hace tarde, y no encontrare un bus.

-Está bien. Cuídate.

Se despiden con dos besos en los cachetes, sonríe mientras entra a su casa y Mario se dirige al paradero para tomar el bus a su casa antes de que pase el ultimo bus.

La misma hora en otro punto de la ciudad

Tania se encuentra con un Cesar, un joven de veinte cinco años que llegó de Madrid para trabajar en Barcelona como maestro.

– ¡Hola Cesar! – Grita Tania al ver a su amigo

-Tania ¿Cómo estás?, después de tiempo nos volvemos a ver. – Cesar más elegante, cortés, culto, pero sonriente.

-No ha pasado mucho tiempo, solo 1 año. – le responde mientras se sientan en una mesa del restaurant Trattoria.

-Fue una eternidad, me cambiaron de sede. Ahora trabajaré donde tu llevas cursos. Pero creo que no seré tu maestro.

-Es una pena, me gusta como enseñas la clase de historia, eres entretenido, no como mi maestro que nos hace dormir a todos.

Cesar suelta una carcajada con aquellas palabras de Tania, pero es cierto, ya muchos de sus alumnos se lo han dicho, prefieren tener clases con el que con Don Julián.

-Tu no cambias con tus ocurrencias.

-Solo soy sincera, tu manera de expresarte en la clase es dinámica y eso hace entretenido.

-Si tú lo dices, te creo. – Responde Cesar mientras revisa la carta y ver que pedirá para cenar.

Cesar llama al mozo levantando la mano, a lo que este llega rápido a su llamado.

-En que le puedo ayudar Señor.

-Empieza tú –Responde Cesar mirando a Tania.

-Bien, me trae una lasaña con una ensalada.

-A mí me trae unos Raviolis con Salsa de Nueces.

– ¿Algo de beber? – Pregunta el mozo antes de retirarse.

– ¡Siiiii! un vino tinto el más añejo que tenga.

El mozo se retira con el pedido de la pareja de jóvenes. Mientras ellos conversan de las materias, la vida de cada uno.

-Entonces, ¿Cómo te sientes en Barcelona? Recién estas un año aquí, no entendí por qué te cambiaste de instituto.

-Me tuve que ir por temas personales. Ahora estoy viviendo aquí sola y aunque no sea fácil, es la decisión que tomé, pero sé que me irá bien.

-De eso estoy seguro, siempre tomas buenas decisiones.

-Espero que así sea.

-Pero, qué motivos personales fueron, como para que te mudes a otra ciudad.

-Es una historia muy larga que no quiero hablar ahora. –Responde Tania un poco descontenta, no quiere recordar.

-Vamos, tenemos una noche larga y no hay más por hacer.

Tania le cuenta a su amigo los motivos por el cual ella decidió mudarse de ciudad. Entre palabras no puede evitar las lágrimas, que caen por su mejilla. Las palabras sorprenden a su amigo. Que no la interrumpe. Que nota a su amiga con los ojos rojos.

Después de saber el motivo Cesar no quiere preguntar más al ver a su amiga triste. Pero la entiende, y después de cenar y pagar la cuenta, se levantan para ir a un bar no muy lejos frente al mar para despejar todo y ver la luna llena que alumbra todo el cielo de Barcelona. La noche pasa ambos se divierten y conversan de la vida y proyectos que tienen en mente, una noche de risas y copas de vino.

CAPITULO 3

Un domingo soleado en octubre

Paulo se alista tiene partido amistoso de tenis, donde aposto con un amigo quien perdía haría la parrilla. Está por salir de su casa toma su móvil para llamar a su amigo Tomas avisándole que está en camino, pero revisando su directorio se encuentra con el de Tania, se había olvidado de ella al estar con María.

“La puedo invitar al partido y un domingo no hay mucho por hacer, además ella vive sola”.

Paulo marca e numero para llamar, este suena y al cuarto sonido…

– ¿Hola?, ¿Quién habla?

-Hola Tania, soy Paulo espero me recuerdes.

– ¿Paulo? ¿Quién Paulo? –Miente, a pesar de ser mayor que él tiene su lado tierno y se comporta como una quinceañera.

-Del Grupo de Historia… donde María…

Antes de que terminé de hablar Tania ríe por la pequeña broma que le tendió a Paulo –Si se quién eres, solo te hice una pequeña broma.

-Ya veo por donde vas –responde riéndose, le gusta que la gente sea alegre. –Te levantaste con el pie derecho, bueno solo quería invitarte a un partido de tenis, como es domingo y vives sola quizás te animas.

-Paulo gracias, pero no creo que pueda ir, mis hermanos están llegando y pasaremos un día juntos. – Responde lamentándose, le hubiera encantado pasar un día con Paulo para conocerlo. –Pero terminando tu partido de tenis podrías visitarme.

Paulo no sabe que decir ante aquella propuesta, le está invitando a ir a su casa con sus hermanos ahí. – No lo creo, no quisiera incomodar mejor lo pasas con tus hermanos y después te escribo o me escribes.

-Está bien, como quieras.

-Vale, así quedamos, nos vemos luego. Cuídate.

-Nos vemos Paulo. Cuídate.

Paulo vuelve a buscar su directorio telefónico el número de tomas para avisarle que ya sale de su casa.

-Hola Tomas, ya estoy por salir al partido espero y no pongas escusas otra vez.

-Paulo estaba por llamarte, no iré al partido me siento demasiado enfermo.

Paulo nota que su amigo se le escucha mal y no cree que es una excusa, no puede evitarlo. –Bueno Tomas está bien, recupérate pronto para jugar una partida de tenis y anda al médico a que te receten algo. Llamaré al club para decir que no iremos.

-Antes de llamarte llame al club para decir que no iremos. Para que otros puedan usarlo.

-Bueno, entonces a recuperase para volver a jugar, recupérate pronto, nos vemos.

-Lo haré y perdona por cancelar el partido de tenis.

-No te preocupes tomas. Cuídate.

-Hasta luego.

Todo parece indicar que Paulo pasará un domingo en casa, con su familia que siempre está llena de gritos de sus sobrinos que corren por toda la casa desordenando y rompiendo algunas cosas. Se regresa a su cuarto para darse una siesta al ser un poco temprano.

CAPITULO 4

Unas horas más tarde del domingo

Tania está pasando una tarde maravillosa junto a sus hermanos, un domingo familiar, salieron a almorzar y pasear. Al regresar a su casa se contacta con Paulo le apetece hablarle, coge su móvil para escribirle.

-Hola Paulo, ¿Estas?

-Hola Tania, ¡Sí! Dime

– ¿Qué tal tu partido de tenis?

-No llegue a jugar, mi amigo no se encuentra bien así que tuvimos que postergarlo.

Tania piensa un segundo ya se encuentra en casa y no quiere estar encerrada, le apetece salir con paulo. –Entiendo, ¿Y estas ocupado?

-Ahora no, pero saldré con mi hermana a hacer unas compras al centro comercial.

Se apena, le apetecía salir y más con él, pero trata de conocerlo más a través del Messenger –¿Cuántos hermanos tienes?

-Somos dos, tengo una hermana llamada Irene. ¿ustedes cuantos son?

-Nosotros somos tres, mi hermana Nicole y mi hermano Bruno. Yo soy la intermedia ¿Tú eres el mayor?

-Si soy el mayor, y es estresante estar al pendiente de mi hermana.

-Te entiendo nosotras con él.

Siguen hablando por un tiempo más antes de que Paulo salga con su hermana. En eso Tania le envía una foto de ella sonriendo donde solo se aprecia su cara. Paulo se que sorprendido ante aquella foto que sin motivo Tania le envió, es hermosa su sonrisa es muy linda y se le forman hoyuelos en las mejillas y sus ojos marrones oscuros que son muy profundo. Esa foto impacta a paulo que no deja de mirarla, piensa muchas cosas entre ellas…

Ese mismo rato en otro lado de la ciudad

No entiende porque le envió una foto de ella, ¿él lo tomará bien?, ¿Le gustará?

-Tania te quiero decir algo y quizás sea un atrevimiento.

-Claro dime Paulo ¿Qué pasa?

-La verdad es que me gustas, no sé si desde que te vi, pero me llamaste mucho la atención, tu mirada, tu sonrisa, tu pelo, no eh dejado de pensar en ti desde ayer.

-Paulo, me tomas por sorpresa… eres un chico apuesto, pero recién acabo de salir de una relación larga y quisiera darme un tiempo para mí. No quisiera que por esto dejemos de ser amigos, podemos seguir siendo amigos, salir y divertirnos.

Paulo no deja de mirar el móvil y se apena cuando Tania le responde, él sabía que iba a recibir una respuesta negativa pero no pensó que le dolería tanto. Afirma lo que suponía, se enamoró.

Muchas dudas desde que Paulo le dijo que le gustaba, no sabe qué hacer para dejar de sentirse nerviosa, Paulo le gusta al menos eso cree, pero recién lo conoce y no es buena idea iniciar una relación con alguien que conoce hace dos días, para olvidar un poco decide que salir será la mejor opción.

Esta alistándose se pone un jean azul y una blusa blanca en eso suena el timbre de su departamento, ¿alguien iba a visitarla hoy? No lo recuerda y se dirige a la puerta a abrir.

-Hola Tania

-Ho…Hola Diego. ¿Qué haces aquí? – dice tartamudeando

– ¿No te sorprende verme? ¿Puedo pasar?

-Perdón, claro pasa. –Lo que le faltaba más dudas para ella, mas sentimientos encontrados.

Ingresan a la sala del departamento Tania está sorprendida con la visita de Diego, ya conversaron sobre su relación y ella no quiere dar marcha atrás a su decisión, además esta Paulo de quien esta Ilusionada.

– ¿La verdad? ¡NO! Nosotros ya hablamos.

-Pues no me rendiré tan fácil, hemos estado mucho tiempo y pasamos por muchas cosas difíciles como para que esto sea nuestro final.

-No es solo eso.

-¿Entonces? No entiendo porque te fuiste. Pensé que lucharías por nosotros.

-Lo hice, pero esto ya es demasiado no podemos estar siempre así. Por eso me mude para evitar esto.

-Entonces lo que quieres es que ya no nos veamos más y dejar de ser amigos.

-No, no quiero eso porque te guardo mucho cariño, los sentimientos no cambian de un día para otro, sin embargo, quiero que mantengamos una distancia, seguiremos en contacto, pero no como antes. -Responde apenándose y con los ojos rojos conteniéndose las ganas de llorar.

-Te extraño mucho, hemos estado juntos tanto tiempo que me haces demasiada falta. Hay que darnos una oportunidad.

-No lo sé, es complicado yo ya tomé una decisión y sabes muy bien que no la cambio. No quiero seguir hablando de este tema, no me hace bien y creo que a ti tampoco. – Se recoge el pelo y se seca las lágrimas que derramó.

Tania y Diego conversan sobre sus amigos en común que tenían en Madrid, las reuniones que hacen y que preguntan por Tania, que se fue de improviso sin decir nada a nadie. Comentan algunos chistes, bromean entre sí, la relación entre ellos es menos tensa y deciden salir a un bar la última noche del fin de semana.

CAPITULO 5

Un martes de octubre en la tarde

Tania irá a visitar a su amiga Karla a El Carmelo un lugar alejado de la ciudad, no la ve hace mucho tiempo cinco años para ser exactos. En el transcurso del camino Tania sigue hablando con Paulo llevan desde el domingo sin dejar de conversar por el móvil, se sienten muy cómodos el uno con el otro, para Tania es la primera vez que se siente así para Paulo igual.

-Sabes estoy yendo a ver a una amiga cerca de tu casa, ¿te apetece que nos veamos luego?

Paulo no recibía esa pregunta después del domingo no creía que ella le invitaría a salir.

– ¡Claro! Pero como ¿A qué hora nos veríamos?, si vas a ver a tu amiga.

-Por eso no hay problema, pues me quedaré a dormir aquí ya que mañana no trabajo ni estudio.

-Ya veo, bueno entonces ¿A qué hora nos vemos? Y ¿Dónde nos vemos?

-En la plaza del palacio municipal de El Carmelo a las seis de la tarde, ¿Es buena hora o estas ocupado?

-Está bien, no hay problema estoy libre a esa hora – Miente, a esa hora tiene que ir a ver un trabajo. Pero lo postergará, quiere verla.

Ese mismo día horas más tarde

Tania llega a la casa de Karla, que se encuentra a cien metros de la plaza municipal, donde dentro de un rato se encontrará con Paulo. Que será el inicio de una loca aventura de amor. Tania toca el timbre de la casa.

-Hoolaaaaa!!!!!

-Amigaaaaa!!!

Se abrazan y se besan las mejillas, en su abrazo se nota cuanto se extrañaban.

-Te extrañe mucho, fea.

-Yo también te extrañe. Tengo muchas cosas que contarte, que te vas a sorprender.

-Yo igual, aunque de seguro ya lo sabes. Pero también hay otras cosas que no, como que conocí a un chico.

-Pasa pasa… tenemos mucho de qué hablar.

Entran al departamento de Karla y se dirigen a la cocina, ella está preparando unos postres y comida para las dos y se siente el olor desde el ingreso.

– ¿Que estas preparando? –Pregunta Tania

-Lasaña y un pastel de vainilla con relleno de chocolate. Esta delicioso.

– Ya me doy cuenta, siento el olor desde el ingreso. Ya quiero probar.

-Espera un rato ya saldrá. Dime ¿Qué pasó? ¿porque te mudaste a Barcelona?

– Terminé con Diego, y como sabes siempre huyo de los problemas, ya pasamos mucho y no es sano que sigamos así.

-Te entiendo amiga es difícil, pero sé que lo superaras, aunque creo que ya lo estás haciendo me dices que ¡conociste un chico!

– Yo también espero eso y no lo tomes así es un chico lindo, apuesto, pero no como para reemplazar a otro, me siento feliz y cómoda con él.

-Conociéndote seguro ya estas ilusionada. ¿Ya salieron?

-Aun no, pues va a venir aquí.

– ¡Queeeeee! Como que va a venir aquí al departamento. No es buena idea.

-No, al departamento no, nos veremos en la plaza – Suena el móvil de Tania – Es Paulo ya llegó iré a verlo ya vengo. –Comenta saliendo del departamento.

– ¡Suerte Amiga! ¡Lo besas!!

– ¡Tonta!

Tania sale corriendo hacia la plaza donde de lejos reconoce a Paulo que este vestido con un jean azul y un polo celeste y una casaca de cuero negro.

-Hola Paulo

-Hola Tania, estas linda.

-Tu igual. –Responde dándole dos besos en la mejilla. – Vamos por allá que acá es un poco peligroso, según mi amiga.

– Bueno está bien, vamos.

Al llegar a la puerta del edificio donde vive su amiga se ponen a un costado del hall y siguen conversando, se divierten con bromas en doble sentido como les gusta a ellos y no se intimidan en hablar temas donde la gente considera un tabú. Luego de pasar un rato conversando Paulo le propone bailar una canción que está sonando de fondo en la sala del hall.

-¿Bailamos?

-Pero yo no sé bailar. –Tania sin darse cuenta hace una especie de berrinche por no bailar. A pesar de tener 23 años se siente como una quinceañera otra vez.

-Venga vamos, yo te enseño. Intenta convencerla acariciándole la mejilla.

-Está bien. Bailemos.

Mientras bailan ella lo pisa una que otra vez, disculpándose en todo momento. Cuando la canción está por terminar Paulo le da una vuelta a Tania y al terminar el baile Paulo le roba un beso, un beso que no es rechazado.

– ¿Porque lo hiciste? –Pregunta desconcertada ocultando su mirada en el pecho de Paulo, el beso le gustó y mucho…

Paulo no se arrepiente de lo que hizo, quiere darle otro, sin embargo, nota a su amiga que está como un tomate y oculta su mirada. –Perdón, me apetecía besarte, me gustas mucho me siento feliz conversando y estando contigo.

Tania en ese instante piensa solo en el beso, casi no escucha a Paulo. –Tú también me gustas. –Se le escapa.

– ¿Enserio? –Dice levantándole la mirada a Tania.

-Sí, pero nos conocemos hace poco, esto es una locura.

-Es un amor de locos, pero nos sentimos felices y eso no lo podemos negar. – Sus miradas están cerca su cuerpo juntos el uno con el otro escuchan su corazón latir, más el de Paulo, desde que la beso su corazón late a mil por minuto.

Tania nota como el corazón de Paulo late muy rápido, él está feliz, nervioso, ella suelta una pequeña carcajada le gustó el atrevimiento de Paulo y le gusta el. Tania reincorpora su postura y ahora es ella quien le da un beso mientras lo agarra de la cara y se apoya en el cuello de Paulo. Un beso largo, atrevido, loco y sobre todo lleno de amor y pasión…

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