Brillarán como nunca antes han hecho 
esos ojos tuyos que al mirarme me aceleran el pecho.

Las lágrimas ya no caerán de ellos,
reirás tanto que se harán pequeños.

A partir de hoy no verán tragedias,
en su lugar miraran las cosas más bellas. 

A tus ojos, mi vida, por fin llegará el brillo
ese que desde hacía mucho, entre rezos habías pedido. 

América. 

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