«El Templo

Ya cansado de todo decidí irme de la ciudad, compré una pequeña casa en un pueblo muy alejado en una zona semi rural. La gente era muy amable en ese lugar parecía que tenían la vida perfecta, el pueblo era pequeño tenía alrededor de treinta casas, escuela, comisaría y una iglesia a la que llamaban «el templo».

Al pasar los días note que sólo iban a ese lugar por las noches, una de esas noches pude escuchar gritos de una mujer, al día siguiente vi a mi vecino y le pregunté que si había escuchado los gritos la noche anterior y me dijo que no me alarmara que provenían del teatro que había en el templo, me pareció demasiado raro pero no le preste mucha atención. Tres días más tarde apareció una pareja de ancianos en un auto buscando a su hija me preguntaron si no la había visto traían una foto de ella les conteste que no y siguieron su camino, esa misma noche hubo una fuerte tormenta el silencio era perturbador, mire por la ventana y observe una especia de prosecion de la gente hacia el templo el cual estaba iluminado por velas decidí salir a ver, me acerque despacio sin que me vieran, escuche gritos en la parte de atrás. Cuando mire por la ventana vi una especie de «altar de sacrificios» había una una mujer que le habían cortado el cuello pero aún vivia, servían su sangre en un cáliz negro con el cual le hacían un «bautismo» a los niños del lugar, les rociaban sangre por la cara y los hacían beber un poco también, mientras las personas hacían un rezo en una lengua extraña. Alguien miró hacia la ventana y me oculte lo más rápido que pude, corrí hasta mi casa tomé una mochila y guarde algo de ropa y hui de ese lugar, regrese esa misma noche a la ciudad, era una de esas noches en las que solo quieres olvidar…