PORQUE TUYO ES EL REINO, EL PODER Y LA GLORIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMÉN
En esta pandemia, como en todos los momentos de mi vida, estoy sostenida por mi fe. Desde el 30 de diciembre del 2004, empecé a acercarme a la destrucción total. Solamente mi fe me salvará. Y el fuego, que todo lo purifica.
ÁNGEL DE LA GUARDA DULCE COMPAÑÍA NO ME DESAMPARES, NI DE NOCHE, NI DE DÍA.
Cuando murió Mica en Cromañon, pensé que me volvía loca. Roberto tuvo suerte, murió un año antes, después de tanto sufrimiento. ¡Nosotras quedamos devastadas, era tan joven! Nos teníamos la una a la otra y de apoco fuimos remontando ese dolor. Esa era la primera vez que Mica estaba contenta y con ganas de divertirse.
-Andá, hija, disfrutá con tus amigas- la despedí.
Me la devolvieron en un cajón. Me sostuvo mi fe. Me aferré a la imagen de María viendo sufrir a su hijo en la cruz. Mica también fue masacrada por el imperio de la corrupción. Dos mil años y no aprendimos nada. Me sostuvo mi fe.
RUEGA POR NOSOTROS PECADORES, AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE. AMÉN.
Todos los curas son una manga de chupasirios, pensar que el padre Benito, me quiso internar.
-¡Qué sabrá de la vida! – pensé – Y me aferré a mi fe. Yo sé que Mica, como lo fue Jesús en su momento, es el cordero de Dios. No necesito que me lo discutan. Inmolados en plena adolescencia, ser joven fue su único pecado. Mi único consuelo es pensar que nos vamos a reencontrar en el paraíso. Ella siempre fue un ángel de luz y yo no he sido mala persona. Además, el sacrificio de mi hija lava todos los pecados que pude o puedo cometer de ahora en más.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS LOS PECADOS DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Después el cura vino, y me trajo un gato, para que me haga compañía. ¿No ves cómo son todos? ¡Qué gato, ni gato! ¡A mi hija quiero, tenía 17 años! Solamente me serenó mi fe, porque soy su madre y tengo que estar a la altura de su sacrificio. Vivo para rezarle, le pido a Mica que interceda ante Dios para que se cumpla la profecía que inició con su muerte y termina con la pandemia: la llegada de una nueva tierra y un nuevo cielo, donde todos vivamos felices rodeados de nuestros seres queridos. Y el otro día se me apareció peinadita como cuando tomó la comunión y vestida de luz. Secó mis lágrimas y me dijo que yo soy la madre del Cordero de Dios, yo soy la llave de acceso al reino.
SALVE MARÍA, LLENA ERES DE GRACIA.
Acá estoy bien, tengo todo lo que necesito y no salgo. Hace varios días que estoy en ayuno. ¡Nada más que a agua con limón! Pero estoy feliz, la fe me da sosiego y paz. Me estoy preparando para el sacrificio. Lo estuve purgando con aceite de ricino. Hoy lo emborraché con vino que robé de la sacristía. Ya está bastante mareado. El altar está listo hace varios días, rodeado de infinidad de velas. Armé la cruz con dos perchas de madera. Vivo, tengo que clavarlo vivo, como crucificaron a Jesús. Vivo, como estaba Mica cuando entró al recital. Con toda la crueldad de este mundo macabro. Ya está, no va sufrir mucho tiempo. Ya hice mi propia cruz con querosén en el suelo. Me acuesto y me acomodo como el cordero de Dios, tengo a mano el encendedor.
ESPÍRITU SANTO QUE CON TU LUZ ORIENTAS A ESTE MUNDO…
OPINIONES Y COMENTARIOS