Déjame hacerte el amor…

Son ya 6 meses de haber recibido en mi vida la experiencia más maravillosa de los últimos años, y nos hemos desnudado uno frente al otro, no hablo de la ropa, he visto lo más íntimo de ti, tus recuerdos más tristes, tus temores más grandes, tus amores más queridos, tus dudas más sentidas, tus sueños incumplidos, y tus experiencias más negras.

Pero también he conocido tus alegrías más contagiosas, tu risa tan cristalina, tu voz tan armónica, tus sueños más anhelados y tus letras más inspiradas.

¿Y sabes? Creo que es hora de que aceptes que te haga el amor…

¡Lo sabía! Eres igual que todos… podrás pensar.
No voy a negar que sí pienso en lo que tú estás concluyendo en este momento.
Pero….

Debo explicarme mejor.

Quiero hacerte el amor, pero eso significa, que seas el amor de mi vida.

El amor de mis horas, de mis mañanas, mis tardes y mis madrugadas, que seas mi amor, el de todos los días.
Al que pueda alegrar con mis tonterías, al que pueda cuidar en sus horas difíciles.
Consolar y aconsejar en sus ratos de tristeza y desesperación.

Con quién pueda bailar aunque no haya música.
Ese amor que te recuerde que debes desayunar,
A quien pueda pasar a recoger a tu trabajo, al que pueda invitar a desayunar con mi familia, ese amor que se duerma en mis brazos.

Y pueda despertar con un beso, al que pueda ver cómo amanece despeinada, al que le pueda cantar al oído.
Y darle un masaje en sus pies al final de la dura jornada.

Ese amor que sepa que en mi tiene un aliado, un apoyo, amigo incondicional, un permanente amante y un fiel y leal compañero de camino, en este viaje hacia nuestro destino.

Ese amor con el que me encantaría pasear tomados de las manos.
A quien pueda presumir orgulloso de ti, porque; también soy tu amor.

Con quién pueda tomar un café y amanecer platicando, o un par de cervezas
Y terminar la noche a besos, solamente, para iniciar el día….
De la misma manera.

¿Qué estoy muy lejos?
Prometo que eso no será ningún obstáculo si tú…..
¡Aceptas que te haga el amor!