VEJEZ, SOY MEMORABLE

Por Alberto JIMÉNEZ URE

PÓRTICO

Memorable como ningún otro anciano,

He visto a ese mundo llamado Monstruo

Sin deplorar ni reprochar que me hayas

Degastado durante casi setenta años.

Enfrentándolo obligatoriamente a muerte.

Nací con alma y sintaxis propia para encararlo.

Jamás, lo advierto, alguien atrévase decir me abatió:

A mí, Memorable como ningún otro vetusto.

PRIMERA PARTE

(Contra Súcubo)

I

(Lóbrego Odia a Luzbel)

[Maquillado] oculto en la belleza, Súcubo me acecha

Y espera cual gato detrás de una columna de edificio;

Viste, como siempre, sus mejores ropas:

Su cuerpo se mueve frente a mí, desafiante, una vez más

Porque cree que su poder excede […]

El trampeador asume que los hombres debemos pagar

Un altísimo precio para penetrarlo:

Ignora -quizá- que aun transformándose en ella

Su poder no me instalará, bajo artificio, en la obscuridad.

Elije el nombre de Luzbel para no ser advertido Lóbrego,

Pero sus ojos no iluminan los caminos;

Busca maravillarme con exquisitos bailes y mediante pócimas.

II

(Dos Profetas)

No tengo que afirmarlo infinitas veces:

-No soy el impoluto y asceta hombre que,

Acosado por las pesadillas, la fatiga existencialista

Y el desafecto de quien físicamente se traslada,

Trama la contrición frente al «Poder milenario».

No porque rehúse vindicar al Demonio

Elijo enfrentar a las serpientes siamesas y bicéfalas

Fijadas en el desenterrado libro de quien no pesaba.

Hay dos profetas en el camino:

Uno que la luz lleva y otro cuya soberbia creadora,

Tras las cortinas que mantienen una verdad oculta,

Lo convierte en auténtica bestia.

III

(En Divino Registro)

En los tiempos que vivo y en los que por venir están,

Antes o después del Big Bang por los científicos descripto,

Triunfo sobre «El Impostor» de femenino rostro.

El curso y lo que depara a mi (existencia)

Movimiento en el espacio vacío están

Por la iluminación signados: –«Digo que la suma

De mis más fuertes acaecimientos es igual a otra

Que (en Divino Registro) la orilla metafísica habita»

IV

(Súcubo Tiene Azules Ojos)

¿Qué hacer frente a hechos que me lastiman

Y no tienen alternativas?

-Súcubo me ofende, me humilla con su calculada frigidez.

En estos instantes he querido estar definitivamente lejos

De (él) ella, falsa diosa que ni aun adorando al «Demonio»

Podría admitirla e ignorar que me lesiona.

-Exhibe azules ojos pero su belleza no oculta

Su auténtica y abominable naturaleza.

SEGUNDA PARTE

(Contra lo Establecido)

I

(Antítesis de Poeta)

No concibo al poeta como un animal anodino,

Cual «Individuo de Número» de una imberbe [academia

Frente a la libertad de invención;

No puedo asumir la exigencia oficial,

Por burócratas promulgada, que dicta

Cuánto debo mantenerme callado en esta [podrida sociedad:

Seudomundo de elegantes y camuflados [forajidos,

De seniles patriarcas que al talento anteponen

Las conveniencias de cualquier índole.

II

(Las Bogas Escriturales)

Frente a las bogas escriturales

Conduje la mía de acuerdo a un incorregible antojo,

Respondiendo a mi desacato y desobediencia intelectual

Ante todo cuanto pudiera castrar mis razonamientos.

Es la poesía para mí sólo el instrumento físico

Mediante el cual desahogo mis reflexiones en redor

De una Humanidad por el Big Bang lamentablemente parida.

En mi templo, proclamo que nada se le compara

En magnanimidad cuando retorna a su [primitiva y ontológica

Naturaleza: el registro de síntesis filosóficas.

TERCERA PARTE

(Apologías de lo Impío)

I

(Sin Dios)

Me he quedado sin Dios:

Yo, que alguna vez fui su devoto.

Me he transformado en un hombre

Cuyo destino de sí mismo depende.

La oscuridad y el insomnio, una vez más,

Vuelven a hostigarme y precipitar

Cuanto a otros se presentó impío:

¿No será que debo experimentar

La redención mediante el desencanto religioso?

¿Por qué el evangelio ya no es mandamiento

A seguir en este pueril, secular y mediocre mundo?

II

(Divino Poder)

Si tan sólo me concedieras la dicha

De irme a otra tierra a vivir felizmente

Junto a mi inmaculada familia;

Si yo -por última vez- te rogara mi escape

Y tú, benévolamente, me nombraras tu confidente:

-¿No habrías -acaso- resucitado

Ante mi doloroso escepticismo?

-¡Oh, «Dios Padre» de todos los hombres,

Aun de aquellos que hemos pecado

Y que te defraudamos en nombre de nada!

CUARTA PARTE

(Pronunciamientos sobre lo Doméstico)

I

(Mis Hijas)

Alguna vez pensé que nunca amaría de verdad:

Que semejante (emoción) «sensación psíquica»

A los frívolos correspondía. Hoy, después de verlas,

Admito que jamás experimenté «felicidad» y «dolor» mayores

Ante sus «alegrías» y «padecimientos». A ustedes,

Gretell Sally y Alejandra Linssey, las amo sin límites.

II

(Alejandra Linssey)

En otro tiempo, cuando tú crecías sin fin y vivías

Para mi goce espiritual, sufrí al pensar que

-De hecho- nos separaríamos durante días:

Porque -quizá absurdamente- tu presencia en el mundo

Se había convertido en mi única fuente de existencia.

QUINTA PARTE

(Desobediencias)

I

(Hombres de Ciudad)

Cualquiera pensará que detesto las plántulas,

Las montañas de una sierra todavía nevada que me envuelve;

Dirá que, si pudiera, aun póstumamente propugnaría

El imperio del concreto y lo desértico:

Del acero, el aluminio, el bronce, la plata y el oro

Cuasi metafísicos frente a estos andinos paisajes

Que percibo desde mi alcoba.

Cualquiera creerá que odio lo maravilloso que no puedo ser,

A las aves que picotean las flores y sobrevuelan

Las edificaciones de una ciudad ya no tan fría:

A los peces de un mar inmenso, agitado y profundo

Donde las pirañas ávidamente esperan por nosotros

Para lustrarnos los esqueletos ocultos bajo pieles de colores.

Lo cierto es que los hombres de ciudad somos falaces cuando

Prodigamos el retorno a la «vida rural» y «acientífica»:

Inmersos en las seductoras imágenes de una agonizante naturaleza

Condenada a la desaparición, a ser absorbida por el sol.

Los hombres de ciudad somos escépticos, finalmente

Adeptos de los venenos que la ciencia de la contaminación

Disemina por las metrópolis que dan forma a la civilización.

II

(Ciudad Arquetipal)

No admito hallar belleza en «paisajes bucólicos»,

En el vuelo uniforme de una manada de pájaros,

En un río que surca ferozmente el terreno

Atravesando las montañas que me impiden la percepción

Horizontal del mundo: de lo recóndito.

Es -para mí- una ciudad arquetipal

Aquella en la cual ninguno deja de ser un perceptor

De lo infinito, una criatura moralmente adherida

A tesis que propugnan una visión sin límites del espacio.

III

(Las aves)

No serán tan hermosas las aves

Que los poetas, la Historia mediante,

Exaltan: -yo he visto cómo

Entre sí se mezquinan

Cuanto mi antojo les echa por alpiste.

¡Miserables, por mendrugos

Son capaces de asesinar cual hombres!

IV

(Imbécil)

Eres quien -auténticamente- muere

Cuando imaginas el traslado del féretro

En el cual, con diligencia,

Me han presuntamente ocultado

Para -al final- depositarme en una fosa.

Eres quien ríe al proyectarme sin vida,

Inamovible, putrefacto, desactivado del mundo físico:

Empero, ignoras mi triunfo frente a ti.

Yo he partido hacia «lo desconocido», esa

«Inevitable verdad» ante la que todos sucumbimos.

Imbécil, una vez más, tu arrogancia

Te impide advertir que la muerte fue para mí

Liberación mientras tú continúas temiéndole.

SEXTA PARTE

(Tarde Poética)

I

(Ella 1)

¿Quién es ese ente que tu espíritu y Ser Físico

Con infinita avidez anhela hallar frente a si?

¿Por qué no alguien que -como yo, tu amigo- te admira y ama

Pese a tus «extrañas» y «largas» ausencias?

Yo he deseado -y tú sabes lo terrible que es- besar

Lentamente tu cuerpo hasta sumergirme con mi rostro

En tu parte más profunda e inaccesible […]

Esta es mi confidencia: -Cuando contigo estuve [una noche

Que no olvido me sentí, lo juro, feliz: empero, [experimenté

Que tú no me correspondías auténticamente.

-Me corriges y afirmas que mi piel emanaba luz

Y que el diamante «no es hermoso por rígido», [por invulnerable.

II

(Ella 2)

Hoy he visto más explícitamente la delicia de tu cuerpo

Frente a mí: muy próximo -en extremo- para resistirlo.

-He deseado tocarlo cual si fuese indisoluble al mío.

Hoy he recordado las veces que te acaricié en mi alcoba,

Las ocasiones cuando -presa de una inenarrable felicidad-

Sin cortejo pueril falotré profundamente tu sexo.

He soñado incontables oportunidades que -luego de tenerte

Desnuda bajo mi Ser Físico– la muerte podría sobrevenirme.

Pienso que no es finalmente temible ni tan real como tu orgasmo

Y mi eyaculación, como el agua que purifica nuestras pieles

De la contaminación de un universo maldito y fuera del «Mundo Sacro»

III

(Ella 3)

Noche de copas y bailes, es cierto:

Fueron momentos en los cuales quise -parece mentira-

Vengarme de ti: de tu desparpajo posterior al profundo amor

Que comenzaba a sentir por tu existencia.

Quería abrazarte, besarte, pero, no debía mostrar debilidad

Frente a ti (una vez más).

Una mañana comprendí que sólo

La «libertad absoluta» te haría feliz y que yo, para tu vida,

Era una especie de instrumento capaz de producir

Hermosas melodías.

Lo lamento porque -pese a que la chica de la noche de pócimas

No era abominable- me habría hecho feliz apartarme contigo

Hacia un confín donde nos respirásemos el uno al otro:

Y de esa forma demostrar que es probable comulgar sin límites.

IV

(Ella 4)

No quiero que me sepultes vivo y necesito

Saber si en el fondo de tu psique has registrado

Que podrías -perfectamente- dejar de amarme:

Abolir poco a poco ese sentimiento de quienes

Se fusionan más allá de la amistad auténtica.

-Estoy angustiado, presa de la ansiedad por ti.

E intentaré tocarte de nuevo, muchas veces, infinitas.

Me abruma advertir que, de algún modo,

Despierto en ti sentimientos hermosos: lo inimaginable poético.

-Pero, dime si es posible trasladar a la «verdad física»

Todo cuanto contigo anhelo y sueño […]

V

(Ella 5)

Quiero transferirme a tu cuerpo, a tus ojos, a tu sonrisa,

A tu interioridad y fluir con tu goce durante tiempo

Indeterminado: similar a la luz, soy. Similar a esas partículas

O quarks que pueden fácilmente atravesar organismos vivientes […]

Te confieso que no dejo de percibirte como una inteligente

Y apetecible mujer, cual «diosa» de un mundo sólo por mi mente

Explicable: análoga a la antítesis de súcubo, de la maquillada.

VI

(Ella 6)

Hoy es una «intelectual e inesperada tarde», un instante

Que seguramente tampoco olvidaré junto a tu hermosura.

-no eres como Súcubo, insisto: cual poderoso «demonio» capaz

De transformarse en atractiva dama para provocarme, incitarme

Y atraparme en una relación peligrosa y enfermiza […]

-Simplemente, eres una encantadora mujer con la que podría vivir

Para tocar cuando mi antojo físico dictase: para convertirla

En confidente de mis tristezas y triunfos, de mis hallazgos y

Desasosiego; para -también- escucharla con «paciencia» y «ternura»

-Finalmente, eres un «mundo complejo»: tanto o similar al mío.

Aunque no llegues a pertenecerme, tu existencia disfruto.

VII

(Ella 7)

Debí suponer que tu reaparición era incidental

Que sólo cuando te sientes (asfixiada) abrumada de mundanismo,

De «fatuocircundante», buscas cuanto se presenta puro ante ti:

Transparente, cual cristal por maestro embellecido […]

-Debí escucharte sin asombro, escéptico, sin apegos emocionales

Y elevarme por encima de mis obsesiones: de mis sentimientos.

-Repentinamente, experimento resignación: no volveré a evocarte

Cual diosa por ninguno aprehensible, Divina, insustituible […]

Las mujeres han sido ideadas para ser admiradas y deseadas,

Para falotrar sin necesidad de previas sublimaciones.

SÉPTIMA PARTE

(Cavilaciones de Receso)

I

(Sin Sentido)

La vida tiene tanto sentido

Como los balaustres de una desahuciada e inhabitable

Edificación que paso da a la ad infinitum modernidad […]

Implacable, el tiempo cumple con informarnos

Que pronto físicamente claudicaremos

Para permitir un triunfo más a la muerte.

II

(Hipótesis)

Nunca fui hombre libre y siempre de libertad hablé,

De abominaciones también platiqué con algunos: pero,

Al verme reducido a cuanto Dostoievsky llamó

«Cobarde y animal de costumbres», frecuentemente entristecí.

Nadie podrá, jamás, serlo: porque se trata de una hipótesis

Para divertimento de personas inteligentes y depresivas.

III

(Conflagración)

Llovía partículas de metales radioactivamente contaminados»,

Una y sucesivas veces encima de una ciudad en sueños donde

Mis hermanos -Marcelo y Octavio- se preparaban junto a mí

Para sobrevivir a esa anunciada conflagración que nos abolirá […]

Sólo yo supe que pronto despertaríamos a un mundo

Más próximo y recordable, a este que todos obstinamos en destruir

Mediante querellas terribles: odio, mezquindad, abominaciones […]

IV

(Fuego)

Cual criatura del averno, siempre fuego he querido ser

Para no contaminarme jamás con cuanto podrirse puede […]

V

(Percepciones Superiores)

Tengo tormentos mayores, lo admito:

Mi existencia emocional y profesional,

Salvo la consagrada a la «Literatura»,

Tomó un curso insospechado y extraño.

Mis sentidos, ganados para el «pensamiento»,

Claudicaron ante una realidad más dura

Que la naturaleza de la Filosofía: lo doméstico.

-Tengo, no obstante, percepciones «superiores»

E «ilimitadas» bajo extrema desesperación y angustia.

OCTAVA PARTE

(Aturdimientos)

I

(Desenmascaramientos)

Qué lamentable y hasta absurdo es odiar hoy

Cuanto ayer amamos: ello pese a la afirmación

Según la cual no existen argumentos para disfrazar

Inteligiblemente el «desafecto» y la «pendencia».

En el curso de mi vida, no quise ser aborrecido

Por mi prójimo: pero, el precio de mi libertad

Es el falso sufrimiento de quienes sólo para ellos

La proclaman o entienden (…) No la defiendo en pro de la

Promiscuidad o licencia: -Lo hago por el bien de mi salud

Psíquica, constantemente amenazada, hostigada, enjuiciada […]

II

(Pruebas de Tolerancia)

Quizá por mandato, soy sometido a distintas

Y crueles «pruebas de tolerancia»: sistemática, alevosa

E inagotablemente un engendro de «Elí» me golpea a su antojo.

La descendiente sabe que no soy capaz de responder

Con violencia a sus agresiones físicas, tan dolorosas

Y súbitas en un territorio indiscutiblemente mío.

-Entre mis placeres, no incluyo lastimar a las mujeres.

III

(Ninguna Cosa a La Nada Trasciende)

Para qué ser un lúcido perpetuo

Y mirar la vida cual predicador

De una profecía ininteligible.

Para qué abogar por la permanencia

Cuando ninguna cosa a La Nada trasciende.

IV

(Justicia Relativa)

Todo «delito» lo será siempre

En virtud de preceptos

Posteriores a su ejecución.

La «Justicia» no resiste indagaciones

Y sólo prospera en la psique ociosa

De quien la alude con múltiples fines.

V

(Venganza)

Vil e injustamente, has empleado tu poder para lesionarme:

Empero, ignoras cuán efímero es el mando […]

Que igual yo podría ocupar ese puesto que te ha transformado en imbécil.

Inmisericorde, sólo a ti fustigaría con o sin fundamentos.

VI

(Aristóteles Yerra)

Aristóteles impresionó notablemente al inferir:

«Nada es en el entendimiento sin haber pasado por los sentidos»

-Digo que todo lo puedo comprender aun sin percibir,

Palpar u oír en un mundo tan «banal» y «obvio».

VII

(Lo Sagrado)

En el decurso de su efímera existencia,

El Hombre necesita establecer lo para él sagrado:

Madre, hijos, esposa, trabajo, libre albedrío (…)

-Confieso que mi única religión es la totalidad de cuanto

Mi vida encierra: es decir, mi privado y público (mando) mundo […]

VIII

(Lo Recóndito de Mí)

Quizá sólo me embriague para de mi tiempo escapar,

Irrumpir en una dimensión en la que mi pensamiento se atrofia

Depurándome de su (carga) significación e infalibilidad […]

Quizá no pierda lucidez cuando las pócimas me habitan

Y experimente alucinar territorios bajo tregua,

Todos regidos por la disolución de cuanto impera […]

-Lo que vivo no es mi tiempo ni los acaecimientos

La materialización de mis proyectos: por ello, el exterminio acaricio

Y -en lo recóndito de mí- las «espadas» esperan una orden definitiva.

IX

(Prisionero)

Qué ocurre con mi vida a la mitad de su recorrido:

Constantemente, atrapado me siento […]

-¿Soy presa de mi «Ser Físico» o -acaso- de la «Moral»?

X

(Nacer Para El Enfrentamiento)

Toda criatura nace en parto abrupto y, por ello,

Propende al enfrentamiento.

Física y psíquicamente indefensa, primero encara

La hostilidad de una atmósfera contaminada:

De «virus», «bacterias», «desechos industriales»,

«Detritus» y «doctrinas» (religiosas o políticas)

Absurdamente, devenimos ulterior a la irracionalidad

De una concepción y necesidad de procreación que nos confina

A un mundo irremediablemente destinado a lo criminal […]

XI

(El Determinismo)

Nada tenías y -cual exiliado- te confinabas

En un habitáculo que, por «próceres impresos»,

Una buena persona te había alquilado.

Ahora tienes poder, fama y bienes de fortuna.

Te veo igual triste y sospecho la causa:

Todavía los cuerpos a tu alrededor

Hieden a «codicia», «rapacidad» y «deslealtad».

Como si hubiesen sido «desosados»,

A tus pies hombres y mujeres se arrastran.

No querías vivir de ninguno de los descriptos modos,

Empero el determinismo no consulta a sus víctimas […]

NOVENA PARTE

(Desasosiegos)

I

(Fascista Confeso)

El maestro -que no mío,

Aun cuando por mí admirado- ha dicho

Fascista soy. Hoy yo declaro -admito-:

Quizá no yerra porque pienso de la «igualdad»

Entre los hombres lo que de la «semejanza» y su «antítesis».

El maestro -que no mío,

Aun cuando por mí reverenciado-

Acertó al advertir que profeso la idea de «instauración»

De un poder que exceda la voluntad de todos los hombres

De «mediana inteligencia»: aquél capaz de fusionar la fuerza

Con la «devoción» hacia lo inidentificable, Supremo Desconocido.

II

(No soy Misógino)

No soy misógino: pero, he descubierto, al cabo,

Que no es común hallar a una mujer «auténticamente lúcida».

Durante años, la mayoría busca formarse no para ser sabia

Tanto como para exigir inimaginables sumas de «procures impresos»

Por dejarse falotrar: el «positivismo comteano» y la «publicidad»

Han castrado la intelección de la casi totalidad [de las hembras.

III

(Meretriz)

En mi vida, he conocido numerosas e idiotas mujeres (cierto).

Pero, nunca vi una que elevase su condición

Al postulado bíblico tras implicar a Jesucristo en su fatuo

«Discurso religioso» y «enfermizo [comportamiento sexual» ante mí.

Mal alude a la «prostituta pública» y pronuncia, a la vez,

Su deseo de ser representada por un hombre con fortuna […]

Ella busca, desesperadamente, la consumación

De la «Filosofía Moral» Decadente

Tras la admisión del «Conductismo Watsoniano».

SUMARIO

PÓRTICO

PRIMERA PARTE

(Contra Súcubo)

I

(Lóbrego Odia a Luzbel)

II

(Dos Profetas)

III

(En Divino Registro)

IV

(Súcubo Tiene Azules Ojos)

SEGUNDA PARTE

(Contra lo Establecido)

I

(Antítesis de Poeta)

II

(Las Bogas Escriturales)

TERCERA PARTE

(Apologías de lo Impío)

I

(Sin Dios)

II

(Divino Poder)

CUARTA PARTE

(Pronunciamientos Sobre lo Doméstico)

I

(Mis Hijas)

II

(Alejandra Linssey)

QUINTA PARTE

(Desobediencias)

I

(Hombres de Ciudad)

II

(Ciudad Arquetipal)

III

(Las aves)

IV

(Imbécil)

SEXTA PARTE

(Tarde Poética)

I

(Ella 1)

II

(Ella 2)

III

(Ella 3)

IV

(Ella 4)

V

(Ella 5)

VI

(Ella 6)

VII

(Ella 7)

SEPTIMA PARTE

(Cavilaciones de Receso)

I

(Sin Sentido)

II

(Hipótesis)

III

(Conflagración)

IV

(Fuego)

V

(Percepciones Superiores)

OCTAVA PARTE

(Aturdimientos)

I

(Desenmascaramientos)

II

(Pruebas de Tolerancia)

III

(Ninguna Cosa a La Nada Trasciende)

IV

(Justicia Relativa)

V

(Venganza)

VI

(Aristóteles Yerra)

VII

(Lo Sagrado)

VIII

(Lo Recóndito de Mí)

IX

(Prisionero)

X

(Nacer Para el Enfrentamiento)

XI

(El Determinismo)

NOVENA PARTE

(Desasosiegos)

I

(Fascista Confeso)

II

(No soy Misógino)

III

(Meretriz)

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