La nostalgia es una dulce y melancólica amiga, me acompaña especialmente en las noches, donde habitan los recuerdos que en el día logró ocultar, donde descansan aquellas historias que no comparto con nadie, esas que están protegidas del olvido y de los prejuicios de los demás. Ahí donde habitan mis pensamientos más profundos, la nostalgia acompaña bien todas mis dudas sobre la existencia, el amor, el pasado, lo que fue y lo que pudo ser. Soy una persona cargada de nostalgia, no lo reconozco, pero una parte de mi habita entre todos esos recuerdos dulces que ya no están mas en mi presente. ¿Puedo explicarlo?, no creo. Me intento concentrar únicamente en el presente, pero no puedo dejar de mirar atrás, anhelando otros tiempos, extrañando personas que ya no están y que tal vez nunca vuelvan a estar. ¿Se puede vivir entre el pasado y el presente?, en mi caso considero que si, al fin y al cabo, el futuro no existe. La nostalgia no me hace querer cambiar mi pasado, yo no deseo corregir mis errores, ni cambiar las decisiones que tome, solo anhelo sentir nuevamente esos momentos que tengo grabados en mi mente y en mi corazón, como por ejemplo mi primer beso, me refiero al primer beso que le di a alguien que ame con toda mi alma, o cuando iba a caminar al parque con mi abuelo, o repetir esas conversaciones que fueron tan trascendentales pero tal vez me falto prestar mas atención. Me gustaría pasar por mi pasado y recoger todos aquellos pequeños detalles que me llenaron el corazón y que ya solo puedo recordarlos desde la nostalgia. Nostalgia dulce nostalgia, invades mi alma y mente, llévame de nuevo a mis recuerdos favoritos, llévame en una estrella.

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