Sos aquella voz en mi cabeza por las noches
por las mañanas, o durante el trajín del día
que suena entre la prisa de la gente,
sobre mis pensamientos de tristeza y agonía
Sos aquel lugar, donde soy feliz
aunque me lleve un camino con espinas
un lugar lleno de fantasías y desperfectos
ese lugar a donde siempre regreso
Una casita entre las montañas
una mansión de lujo en Dubái
un café de esos que ya no hay
o un albergue para éste corazón
Una voz callada que grita por auxilio
que dice nada y a la vez muchas cosas
una voz que parece conciencia y amor
una que, con sentirla, emancipa del exilio
Un camino de rosas con espinas
una persona que estuvo ayer y hoy
un lugar, de donde puedo decir:
¡de aquí soy!
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