Pájaro remado en el latido de la ola que temblamos (Libro)

Pájaro remado en el latido de la ola que temblamos (Libro)

Pájaro remado en el latido de la ola que temblamos

(POEMAS)


1.

nievan cenizas de música sobre el alma
incidencia.

Si hay algo que decir de mí que sea esto
y además que te busqué por las palabras
tanteando como a Dios entre los símbolos vacíos
como esperando algo entre mis restos
hasta que la palabra o la imagen que se abra
en el vano espejismo de haber lo que no es mío:

Ahora que nosotros
Ahora que nosotros nos estamos
Ahora que nosotros nos estamos emprendiendo
como el verano por las manos de los árboles
Ahora que nosotros por las manos
nos nosotros hasta el íntimo relámpago.
ahora amiga, estrella, que nos vamos
que nos vamos mucho más
que nos vamos mucho más, de
quedar como quedamos de testigos
Ahora amiga que lo digo
que lo digo por quedar
Ahora que quedamos mucho más
como queda mejor lo
que ha partido
Ahora amor abeja
ahora que asumimos

ahora que asumimos el polen de estrellas en
la sangre
Ahora,
Ahora que tú,
Ahora que tú, colmena y casa
Ahora que tu colmena destapa los rostros
de mis astros
Ahora que retomo algún primer camino
Ahora y siempre que me existas en el hijo
que se diga de mí lo que yo digo
que se diga amor colmena labrador y amigo
Ahora que tú que tus cerrojos
Ahora que la tierra
Porque siempre es el tiempo que nos venimos
desde ahora que nosotros.

(ahora que en un rostro doble somos
dos lo mismo

Mucho más atrás de nosotros.

2.

Sobre ti descubro que el amor
lo llevo adentro
es tan fácil amar…
basta aprender la gente
somos amor
y largos ratos silencio
olvidos partidas
rostros nuevos
y un amor largo
como un río
que pasó por un hombre
en cada aldea.

3.

Ahora comprendo que el
destino es posterior
al tiempo,

4.

como la flor (luna de sangre)
y el pasto
como la rama de espinas
y el pájaro
como tu voz y la mía,…
pienso que puedo ahuecarte las
manos.

5.

La tierra también tiene raíces
y sangre
y garganta
y canta por los hormigueros

6.

Las horas me trasponen
andar es ponerme la historia
en los costados
Desde ti encuentro el rostro
del costado
la mano de las manos

7.

La noche tiene náufragos peregrinos que silban
regresos
sabor a derrotas y locura por la boca
Alas derretidas de bajados besos

8.

Algunas veces de silencio
desde un vértice de campana te me alcanzas.
como la evocación que crece de las cartas
de los rostros de los cuadros,
de las lápidas
El mundo queda entonces
ojos y piel afuera (un campanario ausente)
mientras te arrodillo las abejas en el alma
No puedo evitarte con ventanas ciegas
eres desde adentro la mañana.
¿Cómo negarte mis altares?
negar mi propia fe
y el himno que a tu imagen se me inflama?
Pasa
toma mis telares y canta
Acércale mi voz a tu silencio
y aleja las fieras de la noche
con un lanzazo de grito en mi garganta.

9.

Alguna vez, tal vez, pero mucho más un sueño
Esta calle que se repite
sin olvido que cancelara imágenes
Algún rostro de otras horas
encontrado
sin embargo su primer ahora
Y la remota historia
Lo devuelve sin un nombre
sin un quien y un cuando
sin un donde.
Tal vez un mismo instante
que sucede ahora
mucho tiempo atrás o al norte.

10.

Cuando a tu rostro de campanario
asoma un domingo
detrás de tus ojos
una golondrina retrasada busca
la salida o las alas.
Y esa tristeza limpia y buena
de las tardes azules
detiene tu horizonte más acá
mucho más
de lo errante.
¿Qué sujeta ese oficio de olvidar palabras?
Y esos mismos barcos
otros barcos
se suicidan ciegos al espanto
¿Por qué tu silencio desbocado
la mirada infinita
y tu sangre ahorcada en un costado?

11.

Desde ti nada pregunto
Ni un rostro sucedido ni la frente anticipada
Las doce de la noche es un recodo.
Mañana será entre dos recodos.
No pregunto mañana
Los árboles son hermosos sobre nosotros
¿Qué importan los ignotos muertos que tienen
cruz en ellos?
Los pájaros no cantan para otros.
Este día no tiene amarras
Doblará el crepúsculo inminente
Mañana serán otros los árboles
aunque hayas dormido al pie de alguno
No recojas nada de este día
Déjalo todo
El olvido ha de ser sin testigo
¿No ves acaso
que tus pies, hoy,
no dejan estelas?
También el eco será cenizas en silencio
Y no me nombres.
no importa mi mano
Toma la mano
Y al amanecer
un rostro cualquiera te será cotidiano
No preguntes por mí
Tu costado será todos los días
y yo a una mano sin rostro
en algún día después de estas estrellas
sin nombrarla
le seguiré diciendo tú.

12.

El viento sangra y yo no sé que sangra
yo creo que llueve pero el viento sangra
y el viento grita y yo no sé que grita
y yo creo que truena pero el viento grita
y el viento sangra y grita y el viento muere
y alguien es el viento y yo creo que es el
viento.

13.

Hoy quiero asomarte la mañana
recoger cosas que crecen en mi tierra
y llenarte como ésta una canasta sencilla
Quiero volcarte una mirada de manzana
El tibio silencio de las siestas en la sierra
La fatiga del arado, una promesa de semilla.

Quiero regalarte una sonrisa de naranja
o el arco rígido de mi boca al sol testigo
cuando una flecha es tu nombre de bandera
la abnegación de levantarte un hito en una zanja
esa simple abeja que siempre está conmigo
acatando la melancolía que te es cuando la
espera.

Pero si a pesar de este oficio limpio y ciego
nada te puede como un afán derrotado
suicidaré mi paloma y mi guitarra de
incienso
clausuraré mi huerto y mi tesón labriego
y la emigrada golondrina de rito retrasado
cambiará el rostro al sueño que te pienso

Y la verdad que te corona será el olvido con que niego
Y recobraré las alas de un pájaro encerrado.

Hoy llevo la cuenta de tu voz a mi espalda
más acá de los ojos un buzo te recobra.
¿Qué puede callarte si estás toda callada
más allá de mi frente, ni el sueño se atreve
a las sombras.

14.

Por un parlante viejo se escapa
una canción vieja
Ya la había yo escuchado antes, muchas veces
Acaso cuando otra vez la escuche
tras de este instante
recordaré esta versión mellada
de chisporroteos de tornillos flojos
Por un parlante viejo se escucha
una vieja
canción,
hoy
Nueva para mí distinta
distante de mi oído
maquillada de ajenos ruidos
este arroyo musical se va secando
ya llegó a su último punto este
segmento
ahora se escapan por un parlante viejo
los crocantes crujidos quebradizos
de un ronroneo metálico de chispas
y no sé si se fuga o queda dentro
un vacío muy espeso.
Ya hace rato que miro el aparato que está mudo,
que amortaja un silencio de mortaja

15.

opaca afonía

16.

Ayer estuve amortajado en soledad
por tu adiós que bendijo mi matrimonio con
la noche
anclado estuve en un océano vacío
hasta que tú que me anudaste, desataste los cordones
que enmudecieron mi camino

cuántas veces las lacias cuerdas de mi prisión
tensó la cohesión hacia ti que me absorbía
mas estaba con un trozo de ti, con tu palabra
y eras la barrera que me detenía
y era tu voz esa distancia.

17.

Dos unidos en pareja por cariño,
como tierras lazadas por un istmo;
como el vientre íntimo y el niño;
dos que aun siendo dos son uno mismo;
Así como
dos soplos que un pecho tiene presos;
dos labios tejidos en un beso;
tú y yo somos.

18.

Oh palomas;
no palomas
que voláis del nido.
sin vestir los huevos;
que voláis del nido.
sin haberlo hecho;
porque el nido es eso,
no mullido puño
con paja de dedos
porque el nido es vientre
que se lleva, dentro
porque el nido es vientre
transformado en huevo.
Oh palomas
que en fuga de vuelo
derrumban todo
lo que antes hicieron
Que dejan su vientre
en ramas muriendo
mirad vuestras alas
como dos veleros
en el mar del aire,
flotando en el viento
mirad vuestras plumas
que visten los pechos
sabedlos desnudos
cuando antes nacieron
mirad hacia el nido;
los huevos sedientos
que reclaman quietos
el calor materno.
sabed vuestras alas
como alas fueron
las que os cubrieron
y luego volad.
si podéis al cielo
al azul que niegas
a los que en los cuerpos
anidaron presos,
mirad vuestro vuelo
y el nido deshecho.
y luego si pueden
resbalen al viento
Desclave tu avance
la vida que dentro
las entrañas tejieron
apuñalen insectos
al vuelo los pechos

19.

Oh palomas
no palomas
que voláis del nido
sin vestir los huevos
que voláis del nido
sin haberlo hecho
porque el nido es eso
no mullido puño
con paja de dedos
porque el nido es vientre
que se lleva dentro
porque el nido es vientre
transformado en huevo
Oh palomas
no palomas
que en fuga de vuelo
derrumban todo
lo que antes hicieron
que dejan entrañas
en ramas muriendo
mirad vuestras alas
como dos veleros
en el mar del aire
flotando en el viento
mirad vuestras plumas
que enmascaran los pechos
sabedlos desnudos
cuando antes nacieron
mirad hacia el nido
los huevos sedientos
que reclaman quietos
el calor materno
sabed vuestras alas
como alas fueron
las que os cubrieron
y luego volad
si podéis al cielo
al azul que niegas
a los que en los cuerpos
anidaron presos.

20.

Incrustada tan honda como en un ojo, la
mirada, así la planta en la tierra.

21.

Calló el hablar de los ojos
como una lengua tapiada entre los labios
así callaron mis ojos,
mordidos por los labios de mis párpados.
calló el ruego de los ojos
porque ya no escuchan tus ojos sordos.
Callaron los ruegos como
cuando calla la lluvia porque es estéril la tierra
Calló el ruego de los labios
porque ya no importa lo que ruegan.

22.

En medio cráneo de tablas
, la carne muerta de un cuerpo,
cerebro vacío descansa.

aturdidos los ojos de negro
seca la boca de palabras
el oído encandila el silencio.

En su boca la lengua callada
como el mudo lago en su lecho
así el cuerpo en la mortaja.

23.

Hoy te vi de mí amputada
te miré como se mira lo perdido
como el mismo cuerpo hecho dos
por un filo dividido

acústico silencio

y supe que el sabor que gustaste en esa herida
era el mismo que dolía al dolor mío

y aunque tu dolor me ha dolido
saber que te dolía calmó el mío
acurrucadas las manos,
cansadas de ser puños
son cofres que abrigan
la perla del toque último
alma empaña la voz
una vaporosa ronquera
hueco

24.

Nunca has llegado aunque son ya
ayer, muchos mañana.
Pocas veces edifico mis sueños con los tuyos.
otras intento averiguarme en tus
gestos y palabras.
Siempre mis sueños han sido ellos

25.

Albaba su crepúsculo, la mañana que esperaba.
Ya el momento era instante y era el antes nombrado.
Tú ya deberías estar esperando.

26.

Sin saber si estás donde dijiste
que estarías,
aunque lejana estés el tiempo
que yo tarde tú me esperes
yo ruego por que estés.
No podría cambiar el que no
hubieras venido.
Pero si como todo fuese lo que
mi ojo ocupa, yo que no te he visto
aún, ni he llegado, pido que hayas
venido.

27.

Quiero tener tanto que
no tenga lugar para
tener el no
tener
de lo que no
tuve

28.

El frío ajusta la piel de esta noche
El silencio no calla,
perfuma el vacío redondo total y perfecto
El cielo murmura
un archipiélago de estrellas.
un valle techa mi impotencia de caerme.
Allá en el cielo hay una ciudad encendida
El río corre acá a mi lado su harapo de humo
Quizá no tiene tiempo de correr en mí
Quizá yo no abarqué dos segundos de su corriente.
¿Cómo es que alguien entiende mi
existencia sin que sea yo?
Mi lugar puede ser el allá de un dedo que señale
yo puedo ser el aquél de alguien que me
nombre,
que es alguien, que nombro.
Estoy perfectamente solo.
perfectamente conmigo
Tengo miedo de enterarme de mi insoledad
pienso que alguien me escucha y finjo
Digo, y espero mis palabras
como un tren que escucho venir
desde las entrañas de un túnel.
soy una arboleda de conciencias
y camino a través de mi
pensamiento.
Qué fácil saber nada, qué conciencia perfecta.
pero la busco en un baúl de cosas
donde es imposible
mejor dicho donde no es posible

29.

Si las cosas tuvieran el solo gesto
de la forma, existiría mi ceguera

30.

No puedo decir que el ciego no ve las
formas. Sólo que no ve el color

31.

En el silencio el recuerdo de tu voz
fosforece

32.

Tu imagen enmantela las aguas de
mis horas,
como la sombra de un pájaro
resbala sobre el suelo de mi
ahora constantemente antes
voy quedando en las raíces que pordiosean
en mis costas
Tu imagen crece desde el pellejo mismo
del agua.
como mi existencia única,
o el ancla del yo en que quepo.

33.

Sobre el ananá de las calles de adoquines
tiritan las ruedas tartamudas
la trotada
y campanan las monedas de
la leche
en la alcancía del carrito con el
alba

Hay una honda tristeza de motores
en tus canas de litros y en tus
cauces
en tus tuercas ajustadas hace mucho
y en tus ruedas en tus calles
rutinarias ya gastadas

Zángano caballo carro zángano
que deletreabas los crujidos en los
pozos
ya no tienen ni lugar en
sus galpones
con tu sangre te han
comprado tu abandono

34.

Ahora que mi imagen en ti te
está olvidando
la soledad de mi verdad de quererte
me encascara
y dentro crece el embarazo de los gritos
pero hay un grillo sobre
sus vainas
y se partirá la piel de mi silencio
mas en tu tierra serán mudas
las semillas.
las palabras vegetales serán puños
de banderas,
para ti que aún

35.

A veces los techos húmedos de mi
soledad se descascaran
Y el silencio lleno de polvo se va achatando con
el peso de las palabras que se desvanecen
antes de mí

yo no sé que las voces se deshila-
chan hacia mí pero no hasta

De las palabras sé que las ignoro
De mí sé que mi contorno
completo me acoraza
Mi insoledad impresentible me
sorprenderá
la burbuja de oscuridad
que me circunscribe reventará
de mañana
y chorrearán tus dedos
sobre mi piel árida
y se despellejará el anonimato
de mi forma
y tú amputarás las costras
de soledad que me queden
pegadas muertas
como una mano que me
mordiera con su ya eterna
manera de muerta

36.

Y me inculcarás mis relieves

37.

El aplauso de las alas que laten el vuelo

38.

Tú eres una metáfora de mis contornos
por eso no te aprendí,
sino que te comprobé

39.

Soñé que me forraba un abrazo
y me desperté enmangando las fauces
de mi soledad

40.

tantas veces por
nunca

41.

Hoy se parte la tierra
mis volcanes me asoman hacia el mundo
ciegos siglos de canto subterráneo
se asombran del sol naciendo a la mañana.
Cuánto espera las alas un gusano?
cuánta lejanía, cuánta vela…
cuánta espalda olvida una nueva mariposa.
Hoy levanto un hito. la mañana es mía
Me paro en el mañana de los sueños.
y vuelvo la cabeza hacia la espalda
cuánta noche en que soñaba
cuánto abismo y ojos levantados al cielo
cuánto nunca ya dejado atrás
y esta voz extraña, pero mía
que enarbolo y erijo como torre
Aquí mi historia pierde el rastro
El jardín empieza en un pantano
Aquí el sol aquí las flores
Aquí los ojos buenos la mirada limpia
fija en el cielo. El cielo. El mismo cielo
desde los abismos,
Pero aquí ya Dios empezado.

42.

Hoy la calle es un tajo brutal
es una herida seca, desierta, de la muerte hace
mucho
Este abandono,
aún más frío que la soledad sin principio…
¡Cuánto rastro!
Las campanas han quedado atrás
como palomas que nunca fueron mías
Ahuyentar la sombra.
Sólo una veleta del sol que no me intenta.
Y los niños de sol, de paloma y de naranja
se alejan de los cactos de mis manos.
¡Agreste sobre vida!… pero cuánto viajero derrotado
Pero aún, una hueca sepultura
con ventanas
una impávida palmera que subsiste
Y la calle atroz que muere
paso a paso
niño a niño
siempre de palomas.
pero sólo yo siempre
porque flor a flor ala por ala
noche a noche,…
sólo yo testigo!

43.

Mi silencio se rompe desde afuera
Qué sé yo si se abre mi silencio
He tratado de partirlo desde adentro
Y las voces que tienden no me llegan

Es que tienden voces como cuerdas?
alguien sabe naufragio mi naufragio?
o este apretado silencio de candado
es un rictus sin rostro desde afuera?

Alguien llama o el desvarío sueña?
o en el terror de esperar un peregrino
como un espejismo sonámbulo imagino
una voz golpear contra mi puerta.

Quién pregunta mi mutismo ojos afuera
Quién pregunta a mi piel qué tiene adentro
…¡Qué pavor de ser cuando lo pienso
la pregunta sin respuesta de una piedra!

44.

Para tocar tu corazón que es de garganta
Puedo comer tu risa de campana
y suicidar mi silencio en tus palabras
Pero no basta para el presagio amigo
tocar tu corazón estrangulado
Que esta ternura de pensarte como escribo
no puede el agua para la sed que hay en mis manos
Tu corazón de pan de caracol y de durazno
cómo tocar tu corazón sin boca
si la garganta de pájaro y verano
a pesar de mi canto me desboca.
Para tocar tu corazón ya sin garganta…
el viento que pasa por un hueco y canta
y esta noche infinita sin ventanas
y el sonoro vacío que te evoca.

45.

Siempre este sabor de melancolía te presagia
Acatar tu rostro cotidiano sin historia
¡Qué fácil es soñar cuando es poco el mundo!
No necesitas las manos: toma;
hay cosas tuyas, sin que tú las guardes,
Aun después de este oficio olvidarás qué cosas

46.

El buzo que puede el coral de tu rostro
cuando ya todo es noche
y el rastro hace un recodo espalda atrás
se ha vuelto ciego sueño a sueño
y tu imagen destituida
ya no tiene carne para tu nombre
Todo lo inunda la soledad
Tú, un viejo faro
un mástil con un ancla perpetua
para un puerto sin velas
ni esperanza terminada con sirenas
Tú,
también tienes una lápida de espuma
y un poco mi rezo cotidiano
por lo que no alcanzo
que tiene algo de mi mano.
El galeote derrotado dimite y cuando la luna
echa amarras y leva anclas el sueño
piedra por piedra
recobro ojos adentro tu ciudad en ruinas
Sólo tu voz,
alguna sirena aprendida y conservada
alucina tu verdad desmantelada
cuando el insomnio acosa
y el espejismo te intenta y no te logra.
Yo quise, talón atrás,
desclavarte la luna de una ventana
bebiendo tu sonrisa sin vez y sin campana
pero mis manos de palabras
se desnucaron al viento
tal vez porque una ciega paloma
no pudo hallar el rumbo.
Ahora,
ya sin tu espina tal vez,
sin tu jardín
te acerco mi labriego extraviado
para recuperar los pájaros que le crecen a tu sueño
cuando el cielo florece
y la luna te lava la tristeza

con palabras sin garganta.

47.

Ahora que tiembla la miel de los pianos
y se desatan palomas
de una vertiente o garganta ¡Qué más da!
Que el silencio crecido del fragor de lo que
olvida
arrecia como el vino que dispersa
la tristeza madurada,
mastico tus cenizas
aunque no logro tu rostro con mi voz sin
carne
Por buscarte tal vez
o empujar la nave por tu espalda,
para no perder el rumbo de tu partida
Adiós.
poco a poco te mezclas con el alma
eres cada vez más un poco de mis dientes
y tu luna reclamada
cuando la noche tiembla.
Qué te queda sino el vigía
que guarda tus estelas
Ya no más tu nieve
ni tu sol de invierno
ni tu extravío silvestre
porque adiós
porque ya tú nunca
aunque siempre:


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

Jorge Lemoine, el mejor poeta que tenemos en nuestra Web, y el mejor poeta de Argentina y de aquí en España aún no tenemos noticias de otro igual.

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