Latirás como la primera paloma que te vi
A Alicia Funes de Sobrón
(POEMAS)
1
Y serás el sitio de los días
existida de rostros y de ciegos
pero tu mano a veces
latirá como la primera paloma que te vi
¿Cómo olvidar entonces tu vigilia que no me
tuvo campanas?
2
Cuando hayas acomodado tu alma
sobre mis palabras
tu mano temblará otra vez
como los grillos
¿Cómo vaciar de mi silencio
tu costado que tendrá mi lejanía?
Y los días nos transpondrán la frente…
¿cómo recordar sin un ancla en la piedra…?
Y sin embargo tu mano de paloma
aunque nunca o el olvido.
3
cuando me parezca a tu hijo lamiendo
la fruta luminosa de
tu pecho
atroces. como niños en el mar,
y en el naufragio
el sol y todos los demás
animales.
simple, absurdamente complejo
como un círculo.
4
obediente como el agua
involuntad del agua
5
He estado sobre tus cementerios y un poco recé sobre tus tumbas
sin saber qué pasillo de historia huía desfondado hacia la
sombra
Yo ni siquiera apago tus cenizas
tampoco calenté las manos de mi invierno
sobre el gato seco de tus fogatas.
Pero los ojos perdieron el lenguaje
y suplanté las cosas con mis propios rostros.
Abajo de un poco tu ceguera cada día
recogí mi anónimo redondo averiguado
Ahora
porque el sabor de tus mares de música
que yo no he sabido descifrar
pone más acá mi lenguaje de otras razas
Sobre tu lápida inventada en tu memoria
dejo mi canto sucio
tejido como un pájaro extraído de la tierra
con palabras extrañas, que no entiendas.
6
Dulce mía. De las cosas más simples nos llega
la convicción de ser hombres. Como ver un racimo
de palomas temblando contra la mañana o que
maté mil hormigas inocentes corriendo el barco hacia
tu última imagen sobre el espigón.
Qué maravillosa tristeza me invade desde quererte.
Gracias por amarte, mujer, compañera.
En un instante somos la medida de nosotros
mismos. ¿¡Cómo entonces no sentir esta impotencia
de que todo lo que diga sea insuficiente!? Amor,
cómo no regalarte la historia vacía que me voy
llegando desde mañana, para que hagas lo que
quieras. Lamería tu indiferencia por sólo
ser tuya. ¡Cuánto, a la vez de exigirlo todo, acepta-
mos cualquier cosa, por el solo hecho de venir de quien
queremos…! Gracias por llorarte, gracias por mí,
que golpeé desde el alma el hermetismo de mi coraza,
y enfrutecieron todas las estrellas que llevamos
en los ojos. Gracias por ser y por serte.
¿¡Qué puedo decir de mí sino que todo lo fui para
llegar hasta los días que seríamos!?
Ahora todo espero, pero ya nada me importa.
He vencido mi silencio porque sí, y ahora que conoz-
co las palabras, ahora que las he sido todas, me
queda este otro silencio de ya no tenerte. Ése es el
sentido de la tristeza. Una soledad por ausencia, y
no la inútil y vacía soledad que no tiene altares
ni nombres que rezar. Te quiero, te quiero y
me cago en todas las pioladas que podría hacer
para guardarte. Prefiero, ahora que ya la conozco,
abrirte el alma como un templo; aunque así sólo
me entrasen los gorriones a picotear las estrellas del
silencio como al trigo.
7
Todo me lo comí. Fui apilando en la garganta todas
las cosas. Y en un momento comprendí que irte sólo
podía aprenderlo en el instante inapelable
de cada vez más la lejanía. Aprendí a que te fueras.
Ay Chalita qué putamadre es la vida.
Yo sé que un día tejerás mis hijos. Los hombres sólo
servimos para que las mujeres. Pero creo que como un
día tu cuerpo acudirá a morir un poco en el amor de
la semilla, redondo sobre la raíz de la luz, hembra,
tu labriego entrañal que me propague por tu sangre;
así, virgen mía (porque además, y sobre todo, virgen de
mí); así, como tú, madre, te duplicarás en el
nosotros vivo que vivas; así, siento que el alma
es un país infinito donde oigo el rumor de las
raíces que me he venido el amor.
8
En el
espigón, también Gerardo era en ese mazacote de
brazos donde yo te gritaba silencio.
¡Qué heroísmo ser humanos! Todo empieza con lágrimas,
como tus hijos. Allí en las lágrimas, en el barro
del mundo y del alma que empezamos a ser, recoge-
mos nuestra verdad. Allí es fácil creer en Dios.
Por eso, gracias por Dios que es apenas un poco de ti.
Mujer, divina mía, ¿¡cómo no ofrendarte mi miedo y
mi valentía infinitos!? ¿¡Cómo no tocarte el amor
con la vida, y cerrar después todas las palabras!?
Sólo, no olvides que me poblaste el amor, que todo
es en ti como en el sol. De cualquier otro olvido,
te pido nada más que la vida.
Hasta nosotros, con el corazón boquiabierto
como un beso vacío que te esperaré siempre.
9
Hace tres horas que empecé a perderte de vista. Esta carta
la quise copiar para mostrársela a tu hermano que me abrazó
dos veces.
10
se cierran las puertas de los
días
mañana es un infinito que se acorta
el mundo va capturando la historia
los días fijados ¡ya los días!
El nunca pierde circunstancias
acorralado desde lo existido
hacia el tal vez sin certeza que no ha sido
sobre la verdad puntualmente verdadera.
11
Tu voz esbelta
tallo de gaviota y luna
manantial
mana de la entraña del
silencio
como una flor crecida de la
arena o un pino de fuego
proferido por el agua
12
El ojo boquiabierto
se detiene lentamente
como un pez
echado a andar en el intiempo.
¿qué creías acaso
que el silencio no tiene molinos?
el silencio pasa por mis manos
y me mueve el trigo
El ojo boquiabierto
en una actitud de infinito
se espacia de vacío.
¿Creías que el silencio no tiene
testigos?
Alguien será el último muerto
(o vivo)
el silencio empezó con las palabras.
13
Ahora que es hora de emprenderte por los ojos y las manos
como emprende el verano la fruta por las raíces
no quiero quedar ni olvido ni regreso de nadie
y no tengo puerto en mis orillas para los barcos
14
La novia de Cristo
15
Toda la gente que nos llegó a través de los historiadores
16
La belleza es una actitud
espiritual de quien contempla.
17
Para los adjetivos hacen falta
testigos.
18
Subiré por la sien de tus
días como un cóndor ciego
hasta despeñarme el deshielo
de tus ídolos
Recojo mi
estirpe de pasajero
en cada rostro de la historia
19
Búsqueda de la verdad o de cualquier
otra cosa que nos haga dudar la
posibilidad de haber sido diferente.
20
He desfondado el abismo para lograr el infinito
Y me despeño hacia el sol vertical en cualquier parte.
Algún día pisaré mi sombra
La historia será dos veces sobre allí
21
si entierras la garganta cuando sean caracoles
las montañas cantarán con tu silencio.
hoy zarpan tus manos, por eso te digo adiós desde
mis propias manos.
22
caíamos hacia arriba
estatismo infinito de lo que
nunca llega
cielos remotos
23
De savia a savia el tiempo
principal que nos encuentra
En la proa de tu sangre
al sur de tus estrechos arrabales
resucita mi
24
la lenta nada.
Nos andábamos el trazo lacio
de la música silencio.
25
y el vino nos dejaba lacios como
la lluvia
y te nublabas de música
con la luna crecida por
adentro como la tarde en
los ciegos.
26
no soy un testigo
habilitado para
saber qué cosas son
geniales y me pasan
al lado las cosas y
las soy. pero
no sé contar lo que
no me es dado
no ser relativo.
27
Yo soy responsable
de mi gente.
La interpreto la
siento le elijo las
verdades que las
imaginen.
luego los culpo o
les digo gracias.
28
Las venas como raíces azules.
29
Vendrá el rostro a buscarme el alma
vendrá el rostro a seré.
Y por el ciego de la gente
vendrán las almas siéndose de rostros.
30
La gente se acolmena y dice derrotados
y algún muerto tiene risa
y no se ríe de los muertos.
31
Morirán los muertos, tantas veces.
Pero los ciegos poblarán la vida.
32
En alguna parte. alguien.
33
Los hombres se acumularán
como la tierra se congrega en los vientres de los vértices
34
Todo es. Todo sí. No de No.
35
amiga, tú me miel
36
como en el molino que es telar del viento.
Como el molino final donde es el viento.
37
Tus ojos rodarán,
como el viento hace sangre en el corazón de
los molinos
pero no serán corazón sino molinos
…y el viento del mundo que te pase.
el día que hagas viento
corazón. viento de sangre
habrás sido
38
¡Qué lástima no tener ninguna razón
para pararte y decirte que me llamo Jorge
y que éste es mi número de teléfono
y que tal vez espere mucho tiempo.
Podría tener el derecho de tus horas
el derecho de tu hastío, podría ser tu derecho
…pero sólo me llamo Jorge. Y apenas
esto y perdón y tal vez el nunca que
nos incluye o el alguna vez que me perdona
un poco. Aquí dejamos ya de ser la gente
aquí el siempre o el siempre nunca es
mutuamente pero nosotros aquí, aquí
por fin venidos de algún día que siempre es antes.
39
sí tus ojos girarán, catedral, en
relojes a un tiempo y cuatro vientos.
y aunque el tiempo fuera sólo
en tus latidos
corazón; no molino
quedarán detenidos
en la infinitud del último instante
y tus ojos ya no rodarán
por fin. (Quietud)
y
pero errantes.
40
Lávame la soledad, encuéntrame y
quédate porque sí
olvida los rumbos a medio mar
como la primera golondrina de una
raza nueva.
después, sólo mañana,
algo te divide en un espejo
quédate conmigo al otro lado
Yo también seré verdad fuera de un sueño
Yo también estoy muerto
que olvidé mi primera golondrina
y que sigo el ciego hasta mi puerto.
41
…pero el olvido no.
haber sido sin testigo.
no haber sido nunca…
ni siquiera sigo…
42
subsueño
43
En el último puerto el grito tierra la
frente
qué importa el ave que sobre del diluvio
44
Déjense abrazar con todo el cariño tanto
tiempo callado.
45
Es cierto amiga
tu espiga hasta el agua negra innumerable
pájaro de sombra tu pelo de guitarra
amiga hoy amiga
la tarde se cierne como un águila de sangre.
y yo
(aquí es siempre)
con los ojos alargados cada día
tengo la mirada corta
o un rostro poblándome los días que me espero.
tu espiga amiga
tu azul de carne
garza de miga y savia…
porque mis barcos apenas te son palabras.
Iré compañera
Iré a recoger el nosotros sobre tu soledad
que me nombra
Sobre tu costado que me ignora
y que me es
como un silencio que se abre a veces con una
sola palabra.
Luki Agua.
…Y la mano que se muere cada día
y la soledad que empieza a cada espera…
¿Cómo seguirte la vigilia que partió
hace tanto?
sobre la mano que muere a cada cita que
eres soledad
los ojos aquilecidos te son en el tal vez.
una paloma vacía muere, el imperio
prefijado cada día pero el mundo partió
46
Hila útero de aguas
y atavismo iluminado
la íntima
colmena está tramando savia
y el huso sideral el buzo
te existe mucho más de lo que estás.
ah! remanso de estrellas
vaso infinito de cal y la luna
pulsándote las alas de la sangre
sube en marea.
tu locura genial
de ser antes de tiempo
y mañana es el siempre
que serás
infinito por delante.
47
Te surges desde adentro
duplicado
o de verdad por fin
los andenes serán raspados de ciegos
y sabes el lenguaje
48
telar de música
líquido trigo deletreado
arpa.
49
y al final se
abrió la tierra
y el agua roja
te emergió como
un humo de banderas.
50
serás
y la abeja labriega
en «cinco cuerdas»
51
Ah! tu libertad
tu estirpe de pájaro y locura
en la harina íntima
después
tendré el lenguaje de tu molino en marea.
vértigo de vino
y el vino que te surge por las manos
tu libertad
rito de viento donde sea
a templar un gato en una espiga
boca de sangre
y tu ancho corazón loco de luna
por tu vena náufrago vendré
a descansar sobre tu arena
golondrina en mar y en locura
52
si me reconoces aún tengo imagen.
53
un hombre vestido de mujer
o una mujer vestida de hombre.
no sé a mitad de
camino las cosas
no se sabe si vienen
o van.
54
acaso a cada cosa no ha venido a
un tiempo
A este tiempo caliente
donde cada cosa tuvo su espera
silencio caliente
hambre maduro.
55
donde madura el hambre
56
tener tu fe después de
que no me confiaras.
el poeta se me sube
a la cabeza
pienso corazón. Yo que no
soy poeta ni inteligente.
57
taquicardia del mar
58
la tierra
las raíces
la lluvia
la soledad
el silencio
en invierno
las flores
las hormigas
los jardineros
las heladas
el fuego
59
falta gente
cinco puertas me voy por una y el sueño sigue
por ésa pero y las demás.
60
en el instante de terminar
la vida mide muero.
61
la primera hora de
nunca
62
no es necesario parecernos a nosotros para
no ser todas las cosas que no somos
ni es necesario parecernos a los otros
para ser todas las cosas que no somos
que nos somos.
63
sin
tiendo todo
hacia nunca
64
Moniquita mía, hoy es tan pero si se
piensa en mañana…
65
bate tu amor
marino su ala
de sangre
la ola del sol
nos consume y nos inventa
el vino
66
Yo que no tengo derecho de perdonarte a ti que
tampoco me perdonas, no te pregunto
por qué, y sin embargo me duele todo
tu historia sin que me cueste la mía
en la avaricia en que quiero
recorrerte todo el tiempo en que
no hemos sido
y creo que tengo celos
67
la dulce rapiña
de mis hordas
te asolará por el vértice
hasta emprenderte el delirio y el sol
liberado.
68
ciertos callados adjetivos con
que el ánimo acata la presencia de lo emocionante
69
Toma mi silencio es lo mejor que tengo
tengo también una mano
y mucho peor un costado
y una boca veneno
y una voz de casi vino
pero mi ciego está ciego
y las olas de un mar seco
sólo quedan en los caracoles.
Un día perdí la sombra
tanto marché sin testigo
Los días fueron y las cosas creo.
Yo me fui buscando el tiempo
tanteando como había tenido ojos
Moría tantas veces
me vi crecer flores muertas por la boca
en tumba
Pero hallé la campana
y vivió donde habían hecho guarida
los murciélagos.
70
allí la música es un mar de flores
un fuego de caballos azules y pájaros de sombra
ve a tejer conmigo. que allí yo también me espero.
71
Ahora tengo tu insomnio
tu locura midiendo mi libertad
de diluvio
y qué puedo pedirte
sino tu ojo
vaso de sangre a miel y luna
para estarnos la paz
morir azules, de la mano.
No y ya no me pidas el silencio
no me pidas el jardín tejido
en el piano que decía…
toma mi garganta
para hacerte un barco
y volar a buscarme a la locura.
sobre el silencio de tu mano
allí tendré la mía como un vaso
para beberte por fin el pan que sangras
cuando mirabas.
Ah! amiga
porque se nos parece el mismo vino repetido
y la ausencia que nos da dos veces
las hormigas sonarán a hombres
mientras los jardines sean espacios
para las flores de los locos.
Acércate a mi silencio que ha partido hace
mucho
JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Publicamos a Lemoine para que lo lean los inmortales.
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