Una vez más y en el transcurso de nuestra vida, volveremos a tener una segunda oportunidad para aquello que nos apasionaba de pequeños. Solo que ahora depende de nosotros si lo dejamos nuevamente o aceptamos nuestros deseos.
Seamos sinceros, cuando somos niños nos comportamos de un modo automático, es decir, obedecemos todo lo que nos dicen o nos visten a la manera que quieren. Crecemos con el pensamiento de que debemos tener a alguien que nos diga cómo hacerlo. Hasta que llega un punto que a nuestra vida entran personas que nos hacen ser más libres, nos ayudan a evolucionar, nos ayudan a ver las cosas desde otra perspectiva; simplemente llevan alegría con tan solo verlos.
Encontré un significado de la palabra “imaginación”, el cual dice que es un proceso creativo superior. Me llama mucho la atención, ya que he visto que a muchas personas les cuestan imaginar. Prefieren quedarse con lo que saben, perdiendo la oportunidad de abrir un mundo infinito en sus mentes. ¿Es malo soñar? Pues claro que no. Sin embargo, tengo dos perspectivas. La primera: soñar es gratis, además trae un gran beneficio para nosotros, ya que así tendremos claro nuestros objetivos. La segunda: no debemos quedarnos en ideas, debemos luchar y superar todo lo que se nos presentará en nuestro camino.
¿Sabes qué? Es mejor rodearte de personas que sumen a tu vida y que te sostengan cuando lo único que veas sea oscuridad. Y me despido con esta frase que me encanta: “Cuando a tu vida lleguen personas negativas, que solo les guste criticar, juzgar y herir. Es mejor rezar por ellas y dar un paso atrás”.
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