Mi actriz porno

Un título bastante interesante. ¿No crees?

Me pasaron un poco de ron, tomé un trago, y con esto tuve más que suficiente para pensarte toda la noche.

Un día te bese rápido, jugué con tu lengua, te mire los pechos y el resto de tu cuerpo, baje lentamente hasta tu abdomen, estaba bastante tranquilo, pero creo que lo hice bien, lo malo es que no tenías mucho tiempo.

Pensé todas las excusas posibles para que te quedes… No tengo nada… Simplemente un maletín lleno de poemas, una guitarra desafinada y un hígado bien marinado.

¡Tú mi actriz porno eres todo lo que soñé! La sonrisa perfecta, los ojos marrones como un buen café, el trasero redondo, eres en pocas palabras fuera de este mundo.

Ella amaba el sexo y el alcohol, y algunas veces se interponía a la hora de hacer el amor, le cantaba, le decía lo que pensaba, me contaba cómo se sentía, pero cuando decía «Te amo», era una sola línea recta. Ya no sentía sus palabras, ahora solo soy un loco que busca refugiarse en lo que escribe, su única manera de eludir la realidad.