Eres tu, el que cuida el capullo mas hermoso de este amanecer.

Eres tu, el que protege con todas las fuerzas de su alma a aquella rosa que reposa en tus brazos.

Eres tu, el que hace que el cuerpo de aquella belleza se estremezca al sentir tu aroma y cuerpo con el de ella, sintiendo  con tus dedos ese cuerpo de aquella pureza.

Eres tu, el que con un simple detalle enamora a la octava maravilla.

Pero eres tu, el que a la vez apaga esa luz de tan alta belleza con tu engaño y traición… 

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