Carta abierta a mi depresión

Carta abierta a mi depresión

Han sido muchas noches, pienso que demasiadas contigo, no has sido la mejor compañera, una amiga es aquella que hace sonreír, aquella que aconseja para bien, y tu solo metes pensamientos negativos en mi cabeza, como si fueran flechas, esperando caer en el punto exacto en el que arrebaten mi vida. Cuando tu llegas todos los colores se dispersan y desaparecen de mi vista, es como si todo oscureciera, la luz del sol se apaga y la luna ya no brilla más para mi; mis ojos, cansados de expresar dolor; mis oídos no escuchan nada nuevo, todo es gris y sombrío. La sensibilidad que en mí existía desaparece, se pierde, para dar paso a la mujer que no comprende nada, te juro que daría todo porque te fueras, pero hasta ahora para mi ha sido imposible, cuando intento dejarte atrás, tu inyectas tu veneno, es algo inmediato de percibir, me agotas mentalmente al grado de sentirlo físico, el dolor se siente tan real que no logro concebir la diferencia entre realidad y lo producido por mi cabeza, tomas de mi los mejores días para convertirlos en amargura, brota de ti la indiferencia en mi cuerpo, ya nada me hace bien y todo me hace falta, al grado de vivir confundida.

La incomprensión que yo siento es mayor cada día, y es que, entre mas tu apareces, mas lejos siento a los que me aman, creas una burbuja que me limita a ti y a tus deseos, me dejas a merced de la locura, que es muy mala consejera, me has hecho pensar en la muerte como una alternativa y no como un futuro lejano, del que temo y evito hablar con los que me quieren, me encierras por días, sin hablar siquiera, me haces gritar al más mínimo toque, olvido comer e intento dormir, pero solo me recuesto en mis pensamientos absurdos.

Pienso que ya es suficiente, lo has tenido todo de mi, entiendo que para ti seria mejor tenerme muerta, pero si muero, tanto dolor no tendría ningún sentido, alguien dijo que debo aprender a perderte el miedo, debo enfrentarte como un tigre a su presa, y que sin importar cuantas veces me convenzas, debo respirar profundo, sonreír y repetirme mil veces que no eres nadie, que no existes y que solo regresaras si yo te lo permito.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS