Un oscuro deseo de libertad

El sonido de aquel rayo me despertó en medio de la noche, mire a todos lados, sin poder visualizar mis alrededores a causa de la oscuridad provocada por la noche y las negras nubes que cubrían la luz de la luna. Durante un instante mire hacia donde se encontraba la ventana, admirando como las gotas de lluvia chocaban con la ventana y juntas formaban un camino a seguir por aquella superficie lisa y casi sin imperfecciones. Al cabo de unos segundos toque el interruptor de la luz provocando que la habitación se iluminase, aunque no lo suficiente para apreciar el dónde me encontraba, pues asi como la luz llego esta desapareció, tal vez por un apagón o algo más. Sin embargo, no sentí miedo, al contrario, me sentí reconfortada como si hubiese algo en aquella oscuridad que me abrazara y me reclamara como suya.

Gracias a aquel sentimiento me levanté de la cama y comencé a caminar por los pasillos, sin un rumbo en específico. Al cabo de unos minutos, visualice como la silueta de una persona se posicionaba frente a mí, comencé a acercarme lentamente y sin darme cuenta ya me encontraba frente a ella, la mire y le pedí que me dijera donde estaba y que hacíamos allí. Sin embargo, en lugar de darme respuestas solo me enseño sus manos, cubiertas de alguna especie de líquido viscoso, al intentar tocarla para saber que era aquel líquido, esta contrapuso sus manos contra las mías y finalmente note que me encontraba frente aun espejo. Aquella silueta que había visualizado, era yo.

Mientras admiraba mi reflejo note como un camino echo con fotos de aquellas personas que me habían lastimado en el pasado estaban rotas y cubiertas con aquel líquido. Llena de curiosidad busque el final de aquel camino, llevándome a una puerta entreabierta. Al abrirla me encontré con un cuarto destrozado, era como si un huracán hubiese pasado por allí. Comencé a caminar buscando entender que era lo que pasaba allí hasta que me encontré de frente con una ventana y con una sonrisa esbozada en mis labios y las lágrimas brotando de mis ojos grite «Al fin soy libre»