Camine con tanto temor en los brazos y piernas, regrese a ese lugar que jure jamás regresar, llore tanto que hasta las flores de gardenia se secaron conmigo, me recosté con ellas, hablamos tanto que nos quedamos sin voz, nuestras miradas, fijas como un faro en el mar, nos golpeó y nos golpeó, hasta no poder ver más,
¿Que hicimos?
Queremos levantarnos y renacer, pero parece que no es nuestro destino, no lo merecemos, debemos arrastrarnos, y llegar a un lugar seguro, si es que existe, por que ya nada existe para nosotros, somos nada.
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