Voluntad del querer, prohibición del conocer

Me pregunto que pudiera estar en el conflicto mental de la vista celestial que produce al mirar en su constante andar. No es como cualquiera que superficialmente transmite todo lo que la sociedad común de hoy en día vela mas. Resplandece transparencia y verdad.

Es complicado encontrar respuestas en un mudo y borroso panorama y mas si la disposición del encuentro cae en la decisión asentada en el pensar y no en el sentir, en lo relativo y no en lo objetivo. Triste y real, pero no determinante y definitivo. 

Conocer es, el encuentro con un mundo nuevo y maravilloso. La conexión de dos esencias permite el florecer del espíritu y el crecimiento integro y potencial. Lamentable que la unión y la oportunidad quede en una posibilidad por una autodeterminación del miedo, del juicio previo o enredo personal. 

Cuando uno quiere conocer, hablar y fluir no basta más que el querer de la voluntad, donde en sus múltiples inclinaciones deja de lado toda barrera que proyecte al mal y abre paso a la luz del cariño, el amor y la felicidad.