Agustina cuando la radio encendía sentía un sinfín de colores en las letras contenidas en las canciones

En otro punto del globo, Gustavo tocó en el aire los olores que desprendían los restaurantes mas elegantes

Al mismo tiempo, Florencia escuchaba el tacto de su mano, con el pelaje de su gato.

Luna en el salón miraba con atención los sonidos de la tiza contra el pizarrón.

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