Con el tórax

suficientemente oprimido

como para permanecer

en posición fetal

apenas y la voz

hinchada desvariaba,

adaptándose vacía

en la habitación

el sistema fatigado

y estriado

con pocas bocanadas

para permanecer conciente

la saliva raspando

en color rojo

gesticulando

se llevo la mitad del labio

para mostrar los dientes

y el estomago vertió a contracciones

sobre el lavabo

el óxido carroñero

que hospedaban los pulmones.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS