Las proezas de Nayade

Las proezas de Nayade

Roger Gunsha

04/12/2020

En la famosa e inmensa reserva «La liberté» ubicada en la exuberante selva del Amazonas, existió Nayade, la ninfa más hermosa jamás antes vista, aquella cuyas plumas amarillas deslumbraban el entorno al salir del sol, además de su belleza una de las cualidades por la que jamás será olvidada es porque era muy  humilde y solidaria. 

Cierto día se levanto muy entusiasmada como nunca antes, con la pata derecha y sus plumas bien acomodadas, su cantar denotaba la felicidad que llevaba dentro.

Su mamá, doña Carolina, se dio cuenta y le dijo: 

-«Anda con mucho cuidado hijita, si es posible toma otro camino para ir a la escuela porque algunos arboles estaban siendo cortados».

A lo que Nayade contestó: – Sí mami, yo tomaré otro camino.

Siguió despreocupada, cantando y volando por el camino de siempre, por no hacerle caso a la mamá chocó con una rama, la cual estaba a punto de romperse, esto hizo que se lastimara el ala izquierda, adolorida por el accidente decidió ir al nido de su mejor amigo.

– Draco, Draco, ¡ayúdame por favor! 

Draco al verla, pegó un grito, el más fuerte de su vida, dejó la garganta por los aires, estremecido por ver tan grande herida en el ala de Nayade.

Decidió, con ayuda de sus hermanos, llevarla donde el curandero de la selva, quien le colocó una pomada y luego la vendó para que pudiera recuperarse. 

Al llegar a casa, doña Carolina se sorprendió al ver las plumas de su hija, que del susto se le volvieron negras. 

Nayade toda adolorida y triste se disculpó con su mamá y prometió que nunca volvería a desobedecerla, doña Carolina, aún molesta y preocupada le dijo: -«No te preocupes hijita mía, es bueno cometer errores pero siempre y cuando se puedan enmendar y nunca más se vuelvan a repetir puesto que tienes que aprender de ellos». 

Ese mismo día, Nayade, con una venda aún en su ala, decidió no volar más ya que la pomada no sirvió debido al daño. 

Después de un año lleno de tristezas y lamentos por parte de Nayade debido a la pérdida de movilidad de su ala, decidió que era la oportunidad de dejar a un lado todo lo malo y darle sentido a su existencia; empezó ayudar a los demás para que logren alcanzar sus metas y todo lo que se propongan, creó una muy reconocida academia llamada «Alas Flameantes», la cual se encargaba de entrenar desde temprana edad a toda ave ninfa y prepararlos para el mundo exterior. 

También reclutó aves diestras en el arte de volar para que puedan preparar a los novatos que asistían a este lugar.

Nayade nunca se dio por vencida a pesar de su dificultad, al inicio sintió que toda su vida estaba arruinada ya que teniendo alas no podía volar 

pero se percató de que tenia mil y un cualidades, las cuales podía usar para fortalecer su vida y la de los demás. Tras años y años de servir de la misma manera, falleció, feliz de lo que había logrado; formó aves capaces de superar cualquier adversidad, por esto, nunca fue olvidada, su historia de superación y constancia se convirtió en ejemplo entre los residentes de la reserva e incluso el nombre de la academia la cual le dio una segunda oportunidad de vida cambió por «Las proezas de Nayade». Actualmente Nayade es un ícono en su especie, la gran Nayade, aquella que sin alas pudo hacer volar sus metas y sueños junto con los de los demás.

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