No me enorme,
Pensar que enamorarme sería lo correcto
Que las mariposas negras volverían a emerger
Que el gris dejaría de ser gris por el hecho de tomarte de la mano.
Enamorarse es para débiles…
Para condenados diablo vagabundos del carisma y la empatía,
Para drogadictos compulsivos que no pueden controlar su necesidad de amor.
Hoy y ahora maldigo a todas esas sonrisas y buenos aspectos que te acorralan en el delirio.
Vi como la soledad también me dejaba,
como la cordura decaía y las flores marchitaban.
Estuve cuando el malo le rogo a dios por su vida, como el sacerdote se escondía entre las penumbras sombras.
No puedo ponerme en los zapatos de alguien que anda descalzo.
No puedo amar aún siendo amado…
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