Crecer en una ciudad
suele ser algo agitado
caminar siempre apurado
y evitar la obscuridad.
Hablando de honestidad
no solía tener miedo
defensa chilanga es credo
lejos de lo conocido
en lugares que no olvido
y que en mi mente aún hospedo.
Recorrí el mismo camino
vuelve vida cotidiana
mi calle es como una hermana
que su paisaje domino.
Pero el tiempo sobrevino
de mi senda me he alejado
si bien años han pasado
puedo pintar claramente
sus árboles y hasta gente
que el corazón ha guardado.
Como un golpe a los sentidos
pienso en la estación cercana
olor y sabor que emana
de alimentos bien vendidos.
También están los sonidos
del transporte colectivo
y unos gritos sin motivo
de aquella vecina extraña
que si bien a nadie daña
su lenguaje es agresivo.
No era una calle cualquiera
era el camino a mi casa
esa confianza que abraza
que la ruta protegiera
y aun si en Álamos lloviera
y mojara la banqueta
mis huellas Cádiz respeta
sin importar la frecuencia
en mi calle esta la herencia
que los recuerdos sujeta.
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