La mujer perfecta

Tú mujer, que caminas por la vida, con tu belleza escondida, sin embargo no has podido ocultar tu perfección. La hermosura de tu alma, que se esparce en tu ser, acaricia tus figuras, embelleces sin querer. Aun los Ángeles admiran tu insólita perfección, pues Dios en ti ha podido encontrar satisfacción. Tú, la dueña de los poemas más lindos, has sido musa de Shakespeare y de ti escribió Salomón, Da Vinci, Neruda, el mundo, te han dedicado su amor. Pues solo tú eres capaz de lograr tal sensación; esa magia tan profunda que penetra el corazón, que doblega a los valientes y los llena de valor. Con cuánto amor cuidas a tus seres queridos, eso se puede ver, y la magia en tus manos que acarician siempre el bien, los protege como escudo, se hacen fuertes sin saber. Como ruges en la vida y luchas sin rendición, por mantenerlos seguros, sin carencias de amor. Sin embargo eres tan frágil, débil y suave tu voz. Te alimentas de caricias y de la miel del amor. Me encanta la manera en que otros te aman. Aunque digan otros nombres y pronuncien características diferentes a las tuyas, sé que de ti hablan. Y no me siento celoso, pues todo lo que sale de ti y es referido a ti, es hermoso. A veces creo que no es bueno que piense todo el día en ti, pero es que soy un enamoradizo. Pero, ¿cómo dejar de ser un enamorado? puedo decir que es del amor por el que estoy cautivado, pero justamente es con amor con que tu mirada me eclipsó. No podré dejar de pensarte ni mucho menos de amarte, si me encanta leer poemas y tú fuiste inspiración de muchos poetas. Damisela que pasó de generación en generación, naufragó de corazón en corazón, voló de imaginación en imaginación. Hoy eres mi meta, mujer perfecta…

Jonathan Reguera
Argentina